La Selección
2012-04-04
Fuad Abufele es uno de los presidentes del Real España, pero además de eso es un entregado empresario, un dedicado padre de familia y un amante del fútbol. Sin duda resultó una entrevista llena de confesiones y de muchas risas.
¿Cómo fue crecer en San Pedro Sula?
Creo que yo tuve una niñez muy agradable, una adolescencia también bonita. Con mi hermana Jessica, que sólo es un año menor que yo, pasamos momentos súper agradables.
¿Ha cambiado mucho la ciudad industrial de cuando eras pequeño a como está ahora?
Fijate que fueron cambios graduales, por eso no se siente quizás tanto. Pero cuando llovía antes en la época de invierno, nosotros con mi hermana salíamos a la calle y mirábamos el agua pasar tipo río sobre la calle de tierra que hoy es el bulevar. Nosotros salíamos en bicicleta por las noches a ver las construcciones con mi mamá y hermana.
¿Cómo eran las amistades?
Hacíamos de todo. En la cuadra de la 16 avenida teníamos un grupo de amigos con bicicletas, las mamás confiaban en nosotros y nos dejaban salir porque no se preocupaban en ese tiempo, pues se sabía que no nos iba a pasar nada. Teníamos glorietas donde íbamos por tajadas con carne molida, una cuadra arriba del cine Acuarios.
Qué bonito, y ahora que ves que tus hijos no pueden hacer eso por la delincuencia y los peligros, ¿qué sentís?
Es feo, hay que estar encima de ellos. Es frustrante ver el nivel de delincuencia que hay aquí. Es terrible como estamos dejando escapar a Honduras. De las manos se nos fue ya totalmente el país.
En relación a cómo fueron tus papás con vos, ¿cómo sos con tus hijos?
Te voy a decir, los padres somos responsables de formar el carácter de los hijos, estoy convencido de eso. Obviamente uno debe aprender a ser flexible para que la personalidad de ellos haga que la misma enseñanza que les estás dando la puedan encausar bien.
¿Ser un buen guía?
Exacto. Con los hijos no hay que darles mucha libertad tampoco, pero sí servir de guía.
¿Qué es más duro, ser papá de niñas o de niños?
Hemos sido inteligentes, yo le pongo la disciplina a los varones y mi esposa a la niña. Pues es más fácil para cada uno de nosotros hablar de los temas con ellos, pero siempre la última palabra la tengo yo en mi casa.
¡Ohhh!
Yo no soy democrático en mi casa, ja, ja, ja.
¿No entiendo?
Es broma. Mi esposa tiene una gran ventaja porque nosotros los árabes el punto central de nuestra vida son las mujeres por lo que hay que tratarlas como damas, con dignidad, con respeto. Ahí se confabula el ser entonces autoritario, pero siempre tratándola como una dama. Mi papá me enseñó que a la mujer hay que tratarla con el pétalo de una rosa.
¿Tu relación con tus hermanos?
La gran compañera en mi niñez fue Jessica, porque andábamos en la calle siempre jugando. Recuerdo que teníamos una chooper cada uno, yo en color de niño y ella de niña. Yo le decía Linda y todavía lo hago. Luego mis hermanos nacen 8 y 9 años después.
¿Casados los cuatro?
Sí, ya y con montón de nietos, son 9.
Me contaban que te gustaba jugar cartas, contame...
Tengo un grupo que jugamos pokar, texas holdem…
¿Con dinero?
No, para nada, sólo para compartir. Y nos vemos ahí, jugamos, comemos y pasamos tiempo juntos.
¿Cómo ha significado para vos la formación educativa que recibiste en la escuela?
Yo creo que es la parte más importante del ser humano. Es como cuando construís un carro, si es con buenas piezas siempre va a ser bueno, si no, no. Para mí los hermanos lasallistas fueron los que dieron la base para lo que soy yo hoy en día. Además de eso, lo complementado con lo aprendido en El Zamorano.
Es duro, dicen...
Sí, el único problema que yo tuve es que se me dificultaba mucho el inglés. Pero regresando a la formación aprendí que Cristo es el punto central de nuestras vidas y que hay que temerle a Dios, si todo Honduras le temiera a Dios, otra cosa fuera.
¿Qué estudiaste en El Zamorano?
Ingeniero agrónomo, especialidad economía agrícola. Yo estaba ahí cuando era aún más duro, pero ya a partir del segundo año, Samia, mi novia en aquel entonces, se fue a estudiar Química y Farmacia a Tegucigalpa, entonces yo pasé dos años allá felices y contentos, porque doña Nora de Melgar me atendió siempre en su casa.
¿Te ibas a dormir donde ella?
Sí, hasta me prestaba carro, mis mejores amigos eran Juan Ramón y José, que fue mi compañero de cuarto. Doña Nora nos llevaba burritas, pizza, nos consentía.
Y cuando estuvieron alejados, cómo era la comunicación con Samia?
En aquella época no había celulares, imaginate sólo hablarle a la novia una vez a la semana o esperar que las cartas llegaran, pues no había internet. En mi caso, los primeros dos años Samia estuvo en Washington ahora imaginate las cartas para que llegaran desde allá.
Amor de lejos...
Sólo dos años, pero nos mirábamos en vacaciones. Pero sí fue bueno eso para ver si se quieren de verdad, pues estar todos los días es mucho. Yo no concibo gente que se casa en menos de un año, no se dan cuenta si el matrimonio es de mucha tolerancia.
Algo importante de tu vida, ¿cómo aparece el fútbol?
Vivíamos permanentemente con el fútbol porque mi tío era presidente del Real España. Siempre como costumbre todos los hijos de mi abuela, por ende los primos y demás, comíamos ahí y luego nos íbamos al estadio. Comenzamos así y fue cuando el Real España se me metió total en el corazón.
¿Se adueñó de vos?
Sí, yo siempre jugaba también en la escuela y organizaba campeonatos con las escuelas. Ya en El Zamorano fui centrodelantero de la Liga Mayor de Tegucigalpa con el equipo de la universidad. Lástima que ya grande, a los 21 años, me lesioné de las rodillas.
¡Qué mal!
Me hubiera gustado seguir jugando fútbol, no era un jugador talentoso, pero sí era alguien que siempre estaba ahí, buscando, corría mucho, aunque no era muy técnico o táctico, pero sí tenía mucho coraje. ¿Te cuento una anécdota?
Claro…
Recuerdo que todos los cocineros eran grandes Olimpia y el Real España en esa época de finales de los 80 e inicios de los 90 siempre le ganaba. Y yo siempre pedía doble comida, porque apostábamos que si ganamos eso sería, ja, ja, ja.
¿Y luego de graduarte?
Pues ya tipo 92, estando con unos amigos, veo a don Carlos Chaín, que en paz descanse, y le comento que estoy graduado y que quiero colaborar con él en el equipo. Él, amable como siempre, me dijo que tendrían sesión la siguiente semana y que me avisarían.
¿Y ya comenzaste?
Sí, a reunirnos y yo como güirro ahí. Ya luego de un par de sesiones nos dice Sergio Amaya que tiene al crack, pero dijeron que se necesitaba una cantidad de dinero, yo di en aquel entonces 100 lempiras de mi bolsa…
¿A quién compraron?
A Carlos Pavón.
Ja, ja, ja, ya veo…
Yo trabajaba en Choloma y pasé a verlo. Ahí vi cómo Luzardo terminó de formarlo porque él tiene condiciones innatas, pero también tuvo una buena guía. Yo quedaba asustado con él y las cosas que hacía. Me sentía muy orgulloso de eso.
Y ya sabemos qué paso…
Sí, la cosa es que comienzo a involucrarme, yo siempre me he metido en la sede, en logística, cocina. Además, aprendí mucho de las administraciones anteriores, don Carlos Chaín, Nicolás Chaín, Papadaquis, Sabillón, Silva y el gran sponsor que es don Miguel Canahuati.
¿De quién aprendiste más?
Diría que administrativamente de don Nicolás Chaín y deportivamente de Paulino Sabillón y del área de organización con leyes y Federación de Roberto Reyes Silva.
Luego entras con las reservas...
Sí, comencé con la Segunda División de Real España, ya agarrando fuerza, tratando a jugadores y demás.
¿Cómo tres presidentes en la actualidad?
Es cosa del equipo. Pero mirá, Mateo Yibrín es un financista de primera, con muchos contactos, la parte económica y toma de decisiones que hemos dejado que él las haga. Mario Verdial es un hombre que sabe mucho de fútbol y que jugó. Maneja la parte técnica, contacto con el DT, con Jaime Villegas, contratación de jugadores y demás. Yo por mi lado, la parte de mercadeo, la sede, hacer sentir bien a los jugadores y al cuerpo técnico.
Suena buen orden.
Sí, ahí es donde nos llevamos bien y no entramos en conflicto. Cada uno respeta el área de cada uno. Yo siempre lo hago. Ahí vamos luchando y saliendo adelante con el equipo, trabajando económicamente para mejorarlo.
¿Es duro eso de dirección de equipos?
Lo es, más para nosotros que es un trabajo sin pago, gente como Pedro Atala, Yankel Rosenthal, Mateo, Mario, Carla, yo… de verdad que hay que ver cómo hacemos para salir adelante con nuestros equipos.
¿Y ser presidente cómo llegó?
Para ser presidente fue un largo camino y cuando la vieja guardia del equipo decidió hacerse a un lado fue cuando Mario y Mateo y yo lo tomamos en 2001.
¿Qué ha sido lo más difícil?
Han habido cosas interesantes. Estábamos con 10 años de no ser campeones y nos fuimos un grupo de amigos a ver el modelo de fútbol del Alajuela y hemos intentado ir implementado lo que aprendimos. Además de un apoyo por parte de Televicentro para salir de problemas económicos que teníamos. Así nosotros logramos catapultar al equipo.
¿Cuántas copas has levantado como presidente?
Hemos levantado ya tres. Después de levantar las copas al día siguiente te crees lo máximo. Yo tengo una, Mario otra y Mateo la otra.
¿Cómo es la relación presidente-jugador?
Bueno, en Honduras todavía son pocos los jugadores que agradecen lo que se hace por ellos. El que yo siempre recuerdo por agradecido es Allan Lalín, es alguien que siempre está pendiente de uno, siempre agradecido. Si todos los futbolistas fueran de la calidad de Allan Lalín, otra cosa sería, otro nivel. Pero los futbolistas creen que es uno el que tiene la obligación de hacer lo que se debe hacer con ellos.
Totalmente de acuerdo con Lalín, un gran ser humano…
Si que lo es.
¿Cómo está anímicamente el equipo luego que con un cuadro de jóvenes en su mayoría levantaran una copa, pero luego entrar en momentos duros y venir a perder luego otra oportunidad?
Lo que pasa es que hemos venido trabajando para eso, hay que seguir entonces con esa filosofía y por eso nos dedicaremos a defender esos ideales. Ya tenemos el camino a seguir para lograr los objetivos.
¿Cuál es el éxito de un jugador aquí en Honduras?
No creo que sea el darle la mayor cantidad de dinero en un equipo hondureño, sino el poderse formar para ir a Selección Nacional y poderse exportar, ellos solos forman su futuro.
¿Y del profe Marito qué me decís?
Tiene una gran calidad humana. Nosotros nos sentimos orgullosos de tenerlo… Si todos los técnicos fueran como él, también sería otra historia. Nosotros hemos tenido grandes técnicos también. Creo que él, no ve a los jugadores como hijos, sino como nietos, a uno también, ja, ja, ja. El día que venga otro DT tiene que ser con la misma filosofía y estilo de Mario Zanabria.
LOS TOQUES
Nombre Completo: Francisco Fuad Abufele Luque
Edad: 41 años
Fecha de cumpleaños: 10 de junio, nació en 1970
Hijos: María Fernanda, Fuad Roberto y Emilio André
Esposa: Samia Margarita
Mamá: María Eugenia
Papá: Fuad Carlos
Hermanos: Jessica María, Marissa Eugenia y Francisco
Restaurante: Power Chicken
Película: Rocky
Libro: Padre Pobre, Padre Rico
Actor: George Clooney
Artista: Sandro
Género: Romántica
Destino Turístico: Roatán y San Francisco