Está a punto de entrar al quirófano en un hospital de Montevideo, Uruguay, recibe la llamada de DIEZ y su voz de inmediato se escucha entrecortada, su dolor es grande.
Juan Obelar, el ex portero de Marathón pasa el momento más difícil de su vida luego que un accidente en su hogar lo haya llevado a la amputación de cuatro de sus dedos en la mano izquierda.
'Estoy re-mal, es lo más horrible que me ha pasado, es un momento doloroso', dice el cuidavallas tres veces campeón con Marathón.
'Estaba haciendo unas cosas para mi casa, metí la madera en un cepillo y cuando menos acordé la máquina me arrancó cuatro dedos', recuerda con dolor.
A su lado está su esposa dándole su apoyo mientras espera la hora de entrar a la sala de operaciones y tratar de reconstruir algo de su mano, aunque adelanta: 'No voy a recuperar ningún dedo, ya me lo dijeron, pero tratarán de reconstruirme un poco'.
'Estaba solo, no tenía ayuda de nadie, el único dedo que me quedó fue el pulgar', sigue contando.
Obelar tiene que interrumpir la llamada, debe entrar al quirófano, agradece el apoyo y se despide diciendo: 'Es doloroso, pero Dios sabrá porqué suceden estas cosas'.
Ahora a Juan Obelar le espera una vida diferente, tal vez siempre ligado al fútbol, pero ya no bajo los tres palos jugando profesional.