Liga Nacional

Mario Zanabria relata su vida en Honduras

Al técnico del Real España le encantan las playas de nuestro país.

2012-04-23

Mario Zanabria es un personaje popular en Argentina, hace tiempos dejó de jugar, pero su imagen y el respeto de la gente y los medios siempre lo tiene.

La prestigiosa revista El Grafico de aquel país publicó un reportaje en el que relata su vida en este lado de América al no poder encontrar trabajo en Argentina.

LA NOTA COMPLETA DE MARIO ZANABRIA

“Me levanto a las 5 AM, hago el mate. Llego temprano al entrenamiento, una costumbre que me dejó Alfredo Di Stéfano. Si no está mi señora, mucho no salgo. Pero estoy acostumbrado a la vida rutinaria. Por ahí voy a la playa a la tarde, me compro algo para cenar y vuelvo al departamento”. Mario Zanabria describe su actualidad en el Real Club Deportivo España, de Honduras, su lugar en el mundo durante 2008 y desde 2010.

El ex volante de Newell's y Boca ya había tenido su experiencia en México y Ecuador, pero el fútbol centroamericano se le presentó como un destino exótico. Mucho no lo pensó: venía de un tiempo sin trabajar y le costaba reinsertarse en la profesión.

“Después de una seguidilla de trabajo, uno se pone más selectivo. Cuando quise volver, fue difícil. Aparecieron técnicos jóvenes que ocuparon espacios. Pude ir a Boca cuando Basile se fue a la Selección, Macri y Juan Carlos Crespi me querían, pero no se dio. Esperé y esperé una buena opción, hasta que no aguanté más y me ofrecieron lo de acá”, explica.

SE FUE Y REGRESÓ A HONDURAS

Zanabria lo intentó: estuvo en Honduras en 2008, regresó a la Argentina en 2009, no lo convencieron las opciones para dirigir en el país y volvió a irse. Tiene contrato hasta julio de este año.

Está contento, afirma: “Me siento muy cómodo. Mi señora, Sara María, está tres meses acá y dos meses en la Argentina. Este lugar nos colmó las expectativas. Estamos a 40 kilómetros de la playa, a 90 del mar Caribe, así que cuando no trabajo pasamos el día en la playa. Nos gusta la vida de calor”.

Aclara que ya está acostumbrado a las visitas espaciadas porque nunca mudó a toda la familia cuando tuvo que atravesar la frontera. Y ahora, menos: sus hijos ya son grandes. Rocío tiene 39 años; Yasmín, 37; y Marito, 24. “Mario estudia periodismo deportivo y trabaja en el programa de radio ‘De caño vale doble’, así que a veces lo escucho por internet”, relata.

ELOGIA EL PAISAJE NATURAL DE HONDURAS

Durante su estadía, el equipo disputó tres finales y fue campeón en el Apertura 2010. “¿Si me motiva este fútbol? En el momento en que venís es el mejor del mundo –responde-. No pensás si es un fútbol menor, lo ponés en el primer escalón. Los jugadores de acá son distintos, menos profesionales. Yo, por suerte, no tengo que lidiar con eso porque estoy en un equipo grande y tengo a varios futbolistas de selección”.

El hombre que anotó el gol que le permitió a Newell’s ganar el Metro 74 ante Rosario Central da la clave para vivir en el exterior: “Lo principal es no añorar. Por ejemplo, acá la carne no es buena, pero hay pescados, mariscos, sopa de caracol, cosas que en la Argentina no se consiguen. No me pongo a pensar que me falta el chorizo, el asado… Disfruto de lo que tengo acá, que ya es como mi ciudad”.

Ese optimismo se le nota: habla de Honduras con pasión. “El paisaje es espectacular, hay vegetación, montañas, palmeras. Está la Isla Roatán, que es un paraíso, o Utila, otro lugar increíble”.

En el equipo hay un preparador físico uruguayo, Ariel Bustamante, y el plantel tiene a un argentino: Jonathan Hansen, que llegó desde el Imbabura de Ecuador.

-¿Te gustaría dirigir en la Argentina? 'La verdad, no tengo problemas en trabajar en ningún lado. Sigo siempre nuestro fútbol, así como miro el español, que tiene mucha penetración acá, o el mexicano. De la Argentina vi los partidos de verano que, sinceramente, fueron bastante inmirables'.