Liga Nacional

'Miré la muerte cerca, Dios me tiene vivo”

Jorge 'La Bala' Bennett cuenta lo vivido tras recibir balazo

2013-09-26

Jorge Alberto Bennett llegó en 1986 al Victoria para trabajar como utilero, función que desempeñaba bien durante un tiempo, sin embargo, con la contratación del técnico Raúl Ortiz su vida dio un giro de 180 grados porque el estratega descubrió que atrás de su enorme contextura física y sus casi dos metros de estatura, había un diamante en bruto como futbolista.

A los pocos días el técnico lo invitó a sumarse a una sesión de entrenamientos, de inmediato mostró que tenía condiciones para romper redes y lo confirmó con la elástica del Victoria, Marathón y Deportes Progreseño, anotando 47 goles en su carrera.

Sin embargo, en noviembre de 1987 después de una derrota ante Olimpia en Tegucigalpa, salió de la concentración para respirar aire puro en el bulevar Suyapa, donde una persona en estado de ebriedad sacó su pistola y sin mediar palabra le infirió un balazo que estuvo a punto de quitarle la vida.

Logró recuperarse y volvió al fútbol con la bala incrustada, siguió jugando siete temporadas y el comentarista Diógenes Cruz (QDDG) en una de sus transmisiones lo bautizó como “La Bala” Bennett. Ahora con el paso del tiempo se dedica a trabajos de construcción en su natal La Ceiba.

EL FÚTBOL LO TRATÓ BIEN

Según Jorge Bennett, el balompié fue generoso porque le permitió conocer personas de todos los niveles, además fue tomado en cuenta en el proceso eliminatorios con la Selección Nacional cuando era dirigida por Chelato Uclés.

El fútbol me trató muy bien, no me quejo. Tengo tiempos de haberme retirado, no juego ni en veteranos, pero me trató bien el fútbol, conocí mucha gente importante que me ayudó bastante”, menciona.

“Este deporte me dejó muchos amigos y satisfacciones, aunque fui yo quien dejó muchas cosas positivas como el deseo de superación, después de ser utilero, fui el goleador del Victoria, eso no lo hace cualquiera y yo rompí esa barrera para todo el jugador que tenga aspiraciones”.

Sin embargo, en su carrera no todo fue color de rosa porque quedaron algunas materias pendientes como la amargura de no haber salido a jugar al extranjero y brillar con luz propia como su hermano Eduardo “Balín” Bennett, quien ganó títulos con San Lorenzo de Almagro de Argentina y Cobreloa de Chile, entre otros clubes que confiaron en sus condiciones.

Nunca pude viajar al exterior, eso siempre me ha dolido porque estaba pasando un gran momento, pero el presidente del Victoria, Miguel Kawas (QDDG), nunca quiso darme la oportunidad de jugar fuera. El empresario Gisleno Medina me quería sacar del país”, recuerda.

“Creo que no tuve suerte. Cuando llegué al fútbol lo hice como utilero de Victoria, a los 20 años surgí de la nada. El profesor Raúl Ortiz me puso a jugar y me vio condiciones, me dijo que tirara la utilería y que me pusiera tacos porque iba a ser futbolista y no utilero”.

RECUERDA SUS GOLES

Ningún delantero pasa desapercibido si es un goleador nato, como dice el portero argentino Diego Martín Vásquez, son el orgasmo del fútbol.
Jorge Bennett marcó 47 tantos en sus tres clubes, pero el imborrable fue precisamente el que le hizo al club que lo hizo debutar como profesional.

“Creo que anoté más de 47 goles en mis tres equipos, Victoria, Marathón y Deportes Progreseños. Leonel Machado hizo 19 en una temporada, superando a Flavio Ortega y yo me quedé con 14”, recordó.

“El mejor tanto de mi carrera fue el que le anoté al Victoria, cuando jugaba con Marathón. Creo que todavía el portero Dagoberto Tejeda anda buscando la pelota, me dolió mucho porque es mi equipo, pero como profesional tenía que anotar'

'Creo que si volviera a nacer, sería nuevamente futbolista, no lo pensaría dos veces, jugaría nuevamente para Victoria”.

SE JUGABA CON EL CORAZÓN

“La Bala” confiesa que el fútbol de su época era diferente al actual porque los jugadores entraban a la cancha con más entrega, sobre todo en partidos importantes como los clásicos contra Real España y Vida.

“En mi época se jugaba con la sangre fría y el corazón caliente. En los clásicos contra Vida todo mundo se preparaba desde el lunes, nadie quería perder porque eran a muerte y no terminaban en la cancha, sino hasta en la discoteca Black and White'.

'Ahora las cosas son diferentes porque los jugadores están imitando a los europeos, el fútbol hondureño ha decaído en ese sentido”, expresó.

Bennett afirma que los actuales delanteros son diferentes a los de su época porque no se esfuerzan para anotar y se conforman con seis goles por temporada.

“Ya no hay atacantes recios como en mis tiempos, antes era pesadilla para cualquiera marcar a Hino Mathews, Raúl Centeno Gamboa, Juan Flores, entre otros'.

'Después de Carlos Pavón y Tyson Núñez, no han salido delanteros de peso a excepción de Georgie Welcome, Carlo Costly y Jerry Bentgson”.

Bennett dice que no admira a ningún ariete, pero los respeta a todos. “Hasta que alguien me demuestre que puede anotar más de 19 goles en una temporada, como lo hacíamos nosotros en nuestra época'.

'Incluso el fútbol era más difícil porque venían al país extranjeros de mayor capacidad y no como ahora que muchos no juegan y están como figuras decorativas en los equipos por la culpa de los directivos”, cuestiona el hermano del “Balín” Bennett.

¿Qué sucedió en el bulevar Suyapa en los 80?
“Una tragedia, fue el 9 de noviembre de 1987 cuando recibí un disparo, esa noche habíamos perdido 2-1 contra Olimpia. El técnico Mon Rodríguez nos había dicho que no saliéramos de la concentración, pero uno de joven muchas veces no hace caso y estuve a punto de morir”, dice y queda viendo hacia el horizonte como recordando ese frío momento en su existencia.

“Miré la muerte de cerca, pero le agradezco a Dios que me tiene con vida. Mi hermano Eduardo me dice que es un testimonio que tenía que haber confesado porque el Señor me tiene sano y hasta la fecha todavía tengo esa bala en mi cuerpo porque nunca me la pudieron extraer, al principio porque era peligroso y después porque me acostumbré a estar con ella, como amuleto”, menciona.

“El señor que me hizo esto, lamentablemente falleció, por último nos hicimos buenos amigos porque lo fui a visitar a Tegucigalpa después del incidente, pero hace algunos años me informaron que murió, pero no le guardo rencor”.

Así se despidió Jorge Alberto Bennett, la “Bala” que brilló en la Liga Nacional de Honduras.

PERFIL

Nombre: Jorge Alberto Bennett

Edad:48 años.

Fecha de nacimiento: 6 de octubre

Lugar: La Ceiba, Atlántida

Estado civil: Soltero.

Hermanos: Eduardo y Mery.

Selecciones: Dos

Equipos: Victoria,

Marathón y

Deportes Progreseño

Goles: 34

Debut: Contra Real
España en 1986.

ADEMÁS:

¿Dónde aprendió a hacer mezcla?
Aquí mismo en la construcción. En la vida hay que saber hacer de todo para defenderse.

¿En qué equipo del extranjero le hubiera gustado jugar?

En el Santos de México, me hubiera gustado jugar con Juan Flores, Tomás Róchez

y Dolmo Flores.


¿Por qué no siguió ligado al fútbol?
Quise dirigir las reservas del Victoria, pero el profesor Luis Green no me dio la oportunidad para relacionarme con la gente del Victoria. Me han invitado a recibir algunos cursos, pero creo que ahora es muy tarde, mejor me dedico a otras cosas.

SUS FRASES

'Lamento no haber jugado en el extranjero”.

'Jugaba con sangre fría y corazón caliente”.

'Tengo la bala en mi cuerpo como amuleto”.

DATOS

¿Le molesta que le digan “Bala”?
No, claro que no. Antes de mi carrera me decían Hulk o Gigantón. El finado periodista Diógenes Cruz me puso “La Bala” y hasta la fecha así me dicen, pero no me molesta.

¿Ahora a qué se dedica?
Hace un tiempo trabajaba en Hondutel, pero ahora trabajo de constructor en un hotel. No me da pena porque el trabajo no deshonra, pero al terminar el edificio voy a trabajar como jefe de seguridad.

SU FAMILIA: Lo más importante.

El arbitraje: No tuve problemas con ninguno, a todos los respeté y ellos a mí.

La selección: Una gran experiencia.

Fútbol: El mejor deporte del mundo.

Pasatiempo: No tengo uno en particular, me dedico a mi trabajo y nada más.
El mejor portero: Dagoberto Tejeda es uno de los mejores de todos los tiempos. Tenía reflejos felinos.

¿A qué portero le anotó más goles?
“A todos les anoté, no recuerdo con exactitud, pero cuando el profesor Chelato Uclés me metía a la cancha siempre anotaba mi gol. No era fácil”.

¿Cuál fue su primer salario?
“En Victoria comencé ganando 150 lempiras y en Marathón me dieron 8 mil, después de mi gran temporada regresé a Victoria por un sueldo de 5 mil lempiras, fue el último salario que devengué en Liga Nacional”.