El fanatismo y las ganas de conocer a una figura mundial como Lionel Messi hace que muchas veces los aficionados tengan sus sacrificios, tal y como lo hizo el hondureño Wilson Enamorado, quien viajó cuatro horas en carro y esperó por cinco más en las afueras del hotel de concentración de Argentina.
A este joven, oriundo de El Sauce, San Luis, Santa Bárbara, no le importa todo lo que hizo, ya que cumplió su gran sueño.
'Estuvimos cinco horas en las afueras del hotel, seguimos el bus hasta que llegó al estadio, lo vi muy de cerca. Fue una experiencia maravillosa, ya puedo morir en paz'.
Enamorado, quien también es productor de videos, acepta que 'no es fácil estar cerca de él, no por él si no por las leyes. La seguridad es muy estricta, no dejan que uno se acerque, pero el nos volteó a ver. Messi nos saludó, eso fue como un sueño hecho realidad'.
Foto: Diez
Wilson Enamorado estuvo presente en el triunfo 4-0 de Argentina sobre Estados Unidos.
UNA DE CAL Y OTRA DE ARENA Enamorado describe a Messi como 'una persona muy humilde, él y la Pipita (Gonzalo)nos saludaron. El técnico (Gerardo Martino) pasó cerca y ni nos volteó a ver. Nada que ver con Messi que te saluda hasta con las manos', detalla.
Wilson Enamorado es un hondureño de 29 años que tiene 14 de radicar en Estados Unidos. Es un furibundo seguidor del Barcelona y viajó de San Antonio, Texas hasta Houston junto con su esposa Rosa Suazo de Choluteca. 'Cuando ella le gritó: Messi, Messi, él la volteó a ver, fue espectacular', detalló.