'Estuvo cerca, en realidad estuvo muy cerca', dijo. Levantó su camisa mostrando su cicatriz según lo que publica la revista Sport Illustrated, quienes le hicieron el reportaje.
Tenía dos tubos enterrados en su cuerpo atravesando su pecho y succionando el líquido pleural desde sus pulmones 'No necesito ningún medicamento', le decía a los doctores. Luego moviendo su cabeza, viendo a los doctores con los tubos en su cuerpo, les dijo 'Oh Dios, qué dolor, denme más medicamentos'.
Han pasado seis meses desde que Bosh dejó el hospital y se sienta en su comedor en Santa Monica Mountains en Los Ángeles en las vacaciones. Bosh experimentó una extraña sensación que se asemejaba más estrechamente un calambre en su caja torácica izquierda.
'¿Qué diablos es esto?', se preguntó Bosh. Una prueba reveló un desgarro muscular intercostal, por lo que llevaba una bolsa con agua caliente cuando dormía.
Jugó un partido contra los Pistons donde anotó 34 puntos, pero tenía dificultades para respirar. Entonces, Bosh regresó a Miami y fue al hospital Bautista, donde los médicos diagnosticaron finalmente coágulos de sangre en uno de sus pulmones.
Cuando compartió la noticia con su esposa, Adrienne, ella hizo una búsqueda rápida en Internet sobre su estado. El primer artículo que apareció fue un artículo sobre los ex Trail Blazers, Jerome Kersey, que murió el día antes de un coágulo de sangre que viajó desde la pantorrilla izquierda hasta su pulmón.
Durante las primeras 36 horas en el hospital Bosh temía por su vida, hasta que los médicos fueron capaces de asegurarle que los anticoagulantes se administran estaban trabajando.
Tenía que esperar algunos resultados para darse cuenta si era una condición hereditaria, por lo que de ser así, tenía que retirarse del baloncesto.
Bosh fue diagnosticado con una embolia pulmonar, los coágulos de sangre habían bloqueado sus pulmones. Pero eso podía haberle causado la muerte, una condición diferente a un infarto pulmonar. 'Todo mundo creía que solo tenía coágulos de sangre' Bosh explica. “Pero los coágulos generaban una terrible reacción adversa'.
”Pasé muchos días con esos tubos en el pecho, otro día en cirugía y otro con doctores insertándole tubos para sacar sangre'. El jugador del Miami Heat, realmente estuvo cerca de morir.