Julio César Núñez llegó a Honduras en 2003 y le dio nuevos aires al periodismo deportivo. Su voz se escucha como un trueno melodioso. Convierte la palabra hablada en poesía y seducción, arte y belleza.
Ahora se ha alejado un poco de las cabinas de radio para dedicarse cuatro horas al día a practicar sus movimientos de danza. La idea: convertirse junto a su pareja de baile, Alejandra, en los ganadores de la primera edición de “Bailando por un sueño”. Además, nos confiesa que su famosa frase “Aguanta corazón” la utilizó por primera vez en una transmisión de ciclismo.
¿El micrófono o la pista de baile?
El micrófono.
¿Su música favorita?
La música tropical.
¿A cuál pareja de bailando por un sueño le teme más?
A la pareja de Miguel Ferrera y su compañera, que es buena bailarina.
¿Cuál ha sido el mejor momento de su vida?
El 19 de diciembre de 2009, el día de mi boda en Honduras.
¿La fama o el éxito?
Piensa por un instante: “El éxito”.
¿Honduras o Uruguay?
Honduras.
¿Blanco o azul?
Ja, ja, ja, ambos... Claro, son los colores de la bandera hondureña.
¿Gracias a quién vino a nuestro país?
Gracias al profesor Ernesto Omar Luzardo, con quien teníamos un proyecto radial en 2003 en Radio Globo.
¿El libro que más veces ha leído?
Son varios escritores latinoamericanos... Gabriel García Márquez, Mario Benedetti, Pablo Neruda, Jorge Luis Borges...
¿Lo primero que usted hace al despertarse?
Lo primero que hago es levantarme e ir a la ducha.
¿Por qué está en Bailando por un sueño?
Por el objetivo filantrópico y social que conlleva este hermoso proyecto. Es decir que uno baila con la idea de que va poder ayudar a una familia.
¿Nacional o Peñarol?
Nacional.
¿Primera vez qué utilizó la frase “aguanta corazón”?
En una etapa de una vuelta ciclística en Uruguay; no sé si fue en 2000 ó 2001. Fue en el ciclismo.
¿Don Julio, por qué se pone la mano en el pecho cuando está a punto de bailar?
Es en referencia a que es para una causa buena y que se hace con buena intención.
¿Quién le enseñó a usted a ser simpático?
Es algo natural. Creo que se lo heredé a mi padre, que, a pesar de ser una persona que no estudió mucho, era muy educado. Fue una gran persona.
Si le tocara subirse a la máquina del tiempo... ¿Qué fecha escogería?
Mmmm... Creo que me gustaría viajar a la época del 50 y vivir el Maracanazo. (Cuando Uruguay le ganó a Brasil en el estadio Maracaná y logró el título de campeón del mundo).
¿Mate o un cigarro?
El mate.
¿Su programa de TV favorita?
Fútbol a Fondo Análisis, ja, ja, ja.
¿Mejor jugador hondureño?
Wilson Roberto Palacios.
¿Qué prefiere: un carro automático o mecánico?
Automático.
¿Mejor partido que ha visto?
Ufff... Hay muchos partidos que he vivido, y no tengo uno en especial por los momentos.
¿Cuántas veces entrena al día sus movimientos de baile?
Mirá, son cuatro horas diarias. La mayoría de las veces practicamos por la mañana y de vez en cuando lo hacemos por la tarde.
¿Si no fuera cronista deportivo, que le gustaría ser?
Sería un analista político. Me gusta la prensa de noticias generales. En Uruguay lo hice.
¿Su loción favorita?
Hugo Boss.
¿Cuál es su mayor temor?
Morir sin completar el proyecto de la vida que uno se ha trasado.
¿Qué piensa de la política?
La política no es sucia, los sucios son los que la hacen. Es como los hombres que gobiernan un país con malas intenciones.
¿Su mejor amigo en Honduras?
Juan Carlos Pineda Chacón.
¿ Y en Uruguay?
Un gran hombre que se llama Fernando Camplot; siempre lo recuerdo.
¿Gana Bailando por un sueño?
Sí. Uno compite siempre para ganar y para eso hemos practicado. Veremos qué es lo que pasa.