La oriunda de Etiopía, que era una de las marcadas como para acceder a la final de la competencia, tuvo un percance que le arruinó su sueño en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Dos de sus rivales tropezaron en plena carrera y cayeron sobre uno de sus tobillos.
La africana, al tener dificultades para poder volver a colocarse su calzado, decidió arrojar su zapatilla y terminar la prueba descalza. Pese a su gran esfuerzo (dio dos vueltas en esas condiciones), no alcanzó a marcar un registro que le permita avanzar. Finalizó séptima en su serie con un tiempo de 9:34.70, lo que la ubicó 24º, a cuatro segundos de ingresar a la definición del torneo.
Llorando salió de la pista la corredora africana.
Esta es la imagen que están dando de qué hablar en las Olimpiadas de Río.