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La red será invisible pero se agravará su lado oscuro

Será en unos cinco o diez años con sistemas nanotecnológicos incrustados por todas partes

2015-06-23

La red será invisible en unos cinco o diez años con sistemas nanotecnológicos incrustados por todas partes que facilitarán la conectividad y el acceso digital con métodos más sencillos aunque aumentarán los riesgos de su “lado oscuro”, ha advertido uno de los creadores de internet, Leonard Kleinrock.

Este ingeniero estadounidense, artífice de la primera conexión de datos en internet, ha dicho en Madrid que “no habrá que esperar mucho para estar conectados por todas partes, porque la informática se mueve muy rápido con entornos cada vez más inteligentes y sensores cada vez más baratos”.

Este catedrático distinguido de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) ha viajado a España para recibir hoy el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, con el que ha sido galardonado en la categoría Tecnologías de la Información y la Comunicación.

Su idea de fragmentar los mensajes y usar todos los canales disponibles para enviar los paquetes de datos resultantes fue en su día un éxito para ordenar el tráfico de información en internet.

Kleinrock, responsable del desarrollo de la llamada teoría de colas aplicada a la conmutación de paquetes de datos, ha asegurado que pronto habrá sensores incrustados en paredes, uñas, coches y calles.

Estos irán acompañados de “activadores, micrófonos, altavoces, pantallas, procesamiento lógico, memoria, etc”, capaces de alertar de todo lo que necesita el usuario a partir de patrones según sus hábitos o gustos.

Por el momento, para la generalización de ese innovador escenario, faltarían por resolver desafíos como el de la baterías, que se agotan muy rápido, mientras que se ha avanzado mucho en rango de comunicaciones, ha añadido.

Se requiere además mayor sencillez en las interconexiones del usuario, sin tanto teclado para comunicarse, ni necesidad de bajarse aplicaciones y más aplicaciones. Los sistemas deberían ser “más inteligentes” manejados a partir de gestos, movimientos o el tacto.

Esta nueva relación con internet es todavía “incipiente”, aunque empieza a abrirse camino y pronto convertirá las interacciones virtuales en algo como la electricidad, con la que uno convive sin darse cuenta. “Internet será como un sistema nervioso mundial onmipresente con todo el mundo conectado”, ha añadido.