Mauricio Dubon

Mauricio Dubón, la historia del cipote sampedrano forjado con carácter y disciplina

El jugador de Gigantes de San Francisco en Grandes Ligas era el 'terror' de los vecinos con sus potentes batazos. Su abuela y su hermano lo describen tal cual.

2019-09-13

A día de hoy es el nombre más emblemático de la colonia Colvisula en San Pedro Sula. Mauricio Dubón es genio y figura del béisbol hondureño, no solo porque comienza a destacar con Gigantes de San Francisco en Grandes Ligas sino por su lucha para conseguirlo.

DIEZ se trasladó hasta sus orígenes, donde recogió anécdotas contadas por su abuela Norma Maradiaga y su hermano Danilo Dubón, quienes nos recibieron en la casa que vio su niñez y en la cual fue despertando el gusto por el 'deporte de la pelota chica'.

Danilo Dubón y su abuela Norma Maradiaga recibieron a DIEZ y le contaron los orígenes de Mauricio, quien destaca con Gigantes de San Francisco en la MLB.

Su hermano Danilo y su abuela Norma atendieron a DIEZ y nos contaron los detalles más íntimos de Dubón.

'Gracias a Dios que Mauricio llegó donde tenía que llegar, por lo menos yo lo he visto en las Grandes Ligas; yo decía 'ojalá Dios me dé la oportunidad de verlo al muchacho en las Grandes Ligas'', relata doña Norma, una de las personas importantes de la infancia de 'Dubi'.

El calor sampedrano acompaña la reveladora plática y las paredes del antiguo recinto, mismas en las que soltó sus primeros toletazos. Danilo y su padre, del mismo nombre, fueron motivando a Mauricio a decantarse por el béisbol.

CHORIZO, EL ANIMAL QUE SACÓ A DUBÓN DE LA DEPRESIÓN

'Tiene nueve años viviendo en los Estados (Unidos) y desde ese tiempo ha trabajado fuerte para llegar donde está ahorita', destacan de él.

Pero la mamá de su padre no olvida que de pequeño 'era inquieto, no lo detenía nadie'... incluso rememora una anécdota imperdible. 'Una vez se pusieron a practicar aquí, hacían pelotas de papel y se subían al canal (techo)... En una ocasión tiraron desde ahí un batazo y la dueña de la casa de al lado me dijo 'Norma, mire que su nieto me quebró dos celosías, ahí las tengo''.

Pero ese episodio no quedó ahí, puesto que esa vecina 'la vez pasada que vino guardó la pelota y le dijo: 'Mauricio, hoy me vas a tener que firmar esta pelota'', cuenta con orgullo la abue en relación al episodio ocurrido hace 13 años.

El hermano mayor -solo son dos hijos- menciona que 'aquí nos poníamos a jugar y fue él precisamente el que bateó y la mandó allá'. Sobre sus comienzos manifiesta que 'mi papá fue el que nos indujo a esto porque jugaba sóftbol, entonces empezamos a jugar en la Tara (barrio que colinda con la Colvisula) en el equipo Centauros... de aquí nos íbamos caminando a entrenar'.

Foto: Diez

Mauricio Dubón se destacó desde pequeño con Centauros y Marineros del béisbol menor. Con 15 años, y antes de irse a Estados Unidos, lo hizo con Azulejos.

La matriarca de la familia, oriunda de Amapala, Valle, cuenta que 'a mí me gusta el deporte, lástima que estos son Olimpia, yo soy Motagua y Barcelona... son Real Madrid y Olimpia', lanza en desacuerdo.

Las comidas preferidas del ex Boston Red Sox y Milwaukke Brewers, con quienes alcanzó a debutar, cuenta su abuela, son el 'arroz con pollo guisado, los panqueques, las baleadas, eso es lo que le gusta a él'.

De hecho, el motivo por el cual lo mira cada vez que viene al país y lo sueltan los diamantes sampedranos, es por sus platillos hechos con amor: 'Aquí viene cuando hago arroz en leche, le fascina a los dos, yo lo hago especial, es el mejor que hay aquí en Honduras porque nosotros le echamos huevo', presume.

OLIMPIA Y DELANTERO, LO QUE NO SABÍAS DE DUBÓN

De paso aprovechó para mandarle a decir a Mauricio que espera tenerle un obsequio muy especial cuando retorne en octubre: 'Desde que empezó le comencé a recortar y guardar (noticias y reportajes), algún dije que le iba a hacer un álbum, cuando tuviera sus hijos y yo me vaya de vacaciones (descanso eterno)'.

Foto: Diez

Norma Maradiaga, abuela paterna de Mauricio Dubón, mostraba al lente de DIEZ el álbum que le está haciendo a su nieto.

A quienes le confundieron el apellido o le cambiaron nacionalidad les manda un mensaje: 'Le ponen 'Durón' y otros decían que era salvadoreño... entonces quien lo conoce dice que le miren la pantorrilla izquierda para que vean cuántas estrellas tiene'.

Ese tatuaje, casualmente, ya generó una discusión que acabó en buenos términos: 'Pero cuando miro a Mauricio me dice: 'Abue, lo que me tatué fueron las estrellas de la bandera de Honduras', y yo le dije, bueno no hay otra, si es eso, las estrellas de Honduras, no hay problema', comenta riéndose.

VERLO EN UN GRANDE DE LA MLB LES INFLA EL PECHO

'Imagínense todo el camino que tuvo que pasar, que una organización se haya interesado en él, tan prestigiosa como los Gigantes le da un extra al sueño que está cumpliendo', expresa un orgulloso hermano mayor.

Confiesan que 'él es Yankees, pero como se fue para Sacramento la familia con la que estuvo allá lo llevaba a los juegos de San Francisco y le fue gustando el equipo... el jugador al que admira, Brandon Crawford, que es short stop, es compañero de él y miraba sus videos', añade Danilo Dubón.

Foto: Diez

La familia de Mauricio Dubón se mostró muy orgullosa por lo que está consiguiendo en las Grandes Ligas y en charla con DIEZ contó detalles de sus inicios.

Su abuelita apunta que 'la Colvisula espiritualmente le ha dado buen apoyo, toda la gente me felicita, como aquí crecieron ellos; la gente está bien pendiente del juego'.

Mauro, como le dicen en el seno familiar en boca del propio Danilo, es demasiado exigente consigo mismo: 'Cuando viene el único descanso que se toma es cuando va a la casa, le gusta estar metido en el campo, gimnasio... sigue su régimen normal, él no descansa; aparte que le gusta, es su trabajo', valora.

En los campos de pelota en que se formó es un ídolo ya: 'Los niños ya lo empiezan a reconocer más, imagino que ahorita será más sonado; él entrena en varios campos, para enseñar y ayudar a la gente'.

El cipote nacido y formado en suelo catracho dejó muy atrás los días en que 'si no bateaba tiraba el bate' enojado.

Entre octubre y enero de cada año se refugia en el calorcito de su San Pedro Sula, misma que junto con el resto del país celebran la historia que está escribiendo en la 'gran carpa'.