La dama, que fundó un movimiento contra la discriminación de género, portaba una pancarta que reclamaba la prohibición de que las mujeres asistan a cualquier competición deportiva en la que participen hombres en Irán.
“Dejen a las mujeres iraníes entrar en los estadios”, decía el cartel y la camiseta de Darya Safai, algo de lo que se percataron los organizadores de los Juegos Olímpicos quienes enviaron a la seguridad del mismo para exigir a la mujer que abandone el lugar pues mensajes con tintes políticos son prohibidos para evitar malestar en los otros aficionados. Al ver esto, la mujer no pudo evitar llorar al sentirse indignada.
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“Esto duele. Me dijeron que no querían el letrero frente a las cámaras y que debíamos marcharnos. Incluso trataron de impresionarme con la presencia de los militares. Creo que es una pena que siempre escuchen lo que dice el régimen de la República Islámica de Irán”, dijo.
“No es la primera vez que tengo esta experiencia, pero no renunciaré, porque es lo que hacen las mujeres iraníes: pelean por sus derechos”, replicó, la nacida en Teherán y residente en Bélgica.