Aunque públicamente Jackson se ha limitado a decir que tienen como objetivo retener a Anthony, a pesar que el jugador ya rechazó el año de contrato que le quedaba con los Knicks por 23,3 millones de dólares para entrar en el mercado de los agentes libres, en privado siente que entre ambos se ha generado una buena sintonía.
Jackson ha comenzado a mover piezas para que Anthony pueda comprobar que si se queda con los Knicks serán un equipo diferente al que ha tenido en las temporadas anteriores.
El nuevo presidente de operaciones de los Knicks ya sacó al pívot Tyson Chandler y a Raymond Felton con el traspaso que hizo a los Mavericks de Dallas, que a cambio le dieron a José Manuel Calderón y a Samuel Dalembert.
Ahora Jackson quiere conseguir la llegada del hermano mayor de los Gasol, al que ya tuvo cuando entrenó en Los Ángeles Lakers.
El gran problema con el que se encuentra Jackson a la hora de conseguir los servicios de Gasol, de 33 años, convertido también en agente libre, es que sólo le puede ofrecer menos de cuatro millones de dólares de salario para la próxima temporada.