El niño de 13 años de San Antonio, Texas terminó llorando al reencontrarse con su madre, a quien no miraba desde ocho meses atras, cuando ella partió hacia medio oriente.
La madre del joven deportista resgresó de Kuwait tras una larga estancia y decidió sorprender a su hija de 13 años de edad, Derrick Jenkins, mientras ejecutaba un tiro libre.
Los entrenadores de ambos equipos, árbitros y el mismo padre del joven, Michael Sellers, se confabularon para provocar una falta técnica durante el duelo y mientras el chico se disponía a ejecutar los lanzamientos, la madre de Jenkins se ubicó detrás de su hijo quien no se percató de la presencia de su mamá.
Al verla, no pudo evitar su emoción, y entre lágrimas se dieron un abrazo ante la emoción de los presentes en el campo deportivo.