Segunda División

Henry Figueroa lo llevó al nido: El exjugador del Motagua que sale adelante atendiendo una pulpería y jugando en segunda división

Kevin Álvarez, de 22 años, no pierde su sueño de llegar a la Liga Nacional de Honduras. Por ahora destaca en el Juticalpa FC.

2023-09-21

Cuando la vida no te ha sido fácil y te pone uno, dos y hasta tres obstáculos en el camino, el éxito y las metas alcanzadas se disfrutan más. Bajo ese escrito el joven futbolista Kevin Julián Álvarez se motiva para salir adelante en esta andadura cotidiana que no le ha sentado asequible.

El exjugador del Motagua es oriundo de Santa Fe, Colón, tiene 22 años y salió a los 17 años de su pueblo buscando el sueño de ser futbolista, recibiendo una mano de su amigo y vecino Henry Figueroa, quien fue el que lo llevó al nido.

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”Yo sigo teniendo comunicación con Henry, él sigue en el pueblo, cuando está allá siempre nos encontramos en el campo, o cerca de la casa de él. Yo siempre le agradezco que me haya ayudado llegar a Motagua y desde entonces tenemos una linda amistad y lo respeto bastante”, dice con mucho agradecimiento.

Y es que al lateral derecho del Juticalpa FC la vida se la ha tratado hacer de cuadritos, como se dice coloquialmente y aunque viene de un seno muy luchador, no para. “Siempre he venido de una familia luchadora, no puedo decir que tenemos todo, pero siempre intentamos y se buscó la manera de salir adelante desde pequeño. Me dieron estudios y eso es algo que le agradezco a mi mamá”.

Kevin Álvarez fue parte del Motagua reservas, pero no pudo llegar a la Liga Nacional.

Luego cuenta parte de su llegada al Ciclón Azul. “Llegué a Motagua a los 17 años. Me recomendó Henry Figueroa, era jugador del club, un padrino habló con él y le dijo que le hiciera el favor de conseguirme una prueba ahí, me presenté e hice las pruebas”.

“Así firmé y estuve un año ahí, lamentablemente cambiamos de entrenador y no entré en los planes del nuevo técnico y así salí. Lo gocé, lo viví porque estar en una institución grande como Motagua no es cualquiera, me marcó la vida porque estuve en un buen equipo, pero lamentablemente no pude llegar a primera, pero sigo con mi meta de llegar a Liga Nacional”, dice con mucho ahínco.

A Kevin Álvarez, a quien apodan “pulpo”, se le salió el gusanito de seguir con su carrera de futbolista, pero la pelota volvió a tocar a su puerta cuando menos lo esperó. “Cuando salí de Motagua me quedé mucho tiempo sin jugar, luego el Tela FC llegó a hacer una visoría a Santa Fe, Colón, y les gusté cómo jugaba y así se me dio la oportunidad de llegar a segunda división”.

“En el Tela jugué tres años, fui capitán y gracias a Dios todo salió bien. No ha sido fácil, pero para llegar a primera uno necesita trabajar de buena forma y que alguien me vea, pero tarde o temprano se me va a dar”, aseveró el flaco jugador que usa como look un afro, al mismo estilo de su amigo Henry Figueroa.

Kevin Álvarez es uno de los jugadores titulares y más importantes del Juticalpa FC.

Su nueva vida; Tela, su esposa y la pulpería...

El futbolista hondureño, sin perderle la mirada a la profesional hondureña, comenta las virtudes de su familia. “Mi familia ha sido siempre muy luchadora, mi mamá, mi papá, mis tíos y primos. Para tener lo de nosotros hemos luchado y Dios nunca desampara a sus hijos. A mi corta edad me ha dado de todo, aunque siempre hay golpes duros en la vida”.

Esa fuerza ahora le toca emplearla para sacar su hogar adelante, por lo que alterna su carrera como futbolista y darle atención a una pulpería que administra junto a su esposa.

“Estoy viviendo en Tela, ahí vive mi esposa. En el negocio nos va todo bien, siempre buscando salir adelante, procurando que todo salga bien porque la base de la vida es el sacrificio. Nos echamos la mano juntos, yo la apoyo en el negocio cuando paso en la casa”, aduce.

Kevin atiende su negocio en Tela, Atlántida.

Luego confirma. “Me gusta atender el negocio, despachar, me gusta platicar con la gente cuando llega. Es una rutina cansada, pero se le tiene que buscar a la vida. Ahí estamos luchando”.

Poco a poco las oportunidades se le van presentando. “Gracias a Dios tengo mejores condiciones porque llegué a una gran institución como lo es Juticalpa. De ahí trato de ayudar y enviarle dinero a mi mamá, a mis hermanos, a mi pareja que siempre me ha apoyado. Yo sigo trabajando fuerte para que mejores oportunidades vengan”.

Por último, el coloneño contó el último feo golpe que la vida le dio a él ya su familia. “En diciembre mi familia la pasó junta, todo estuvo muy bonito y era como una despedida porque la pérdida de mi abuela fue difícil para nosotros, el 18 de enero le tocó partir. Yo estaba en Tela, en pretemporada, y no pude darle el último adiós. Dios es el único que sabe porqué suceden las cosas. Yo sé que desde arriba ella me apoya y me guía”.

La reunión de diciembre que hicieron junto a su familia. La familia Álvarez sufrió un duro golpe.

“Yo seguiré buscando llegar a la Liga Nacional hasta que mi corazón deje de latir. El señor sabe de mis oraciones y mis sacrificios. No dudo de mi capacidad, sé que estoy haciendo las cosas bien, trabajando con humildad y no estar desenfocado”, cerró diciendo el flaco pero hábil futbolista.