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La Liga de Campeones de Concacaf, dominada por México y en el que nadie más tiene oportunidad

El productor del programa DIEZ TV analiza la actuación histórica de los clubes hondureños y centroamericanos la Liga Campeones de Concacaf.

2020-02-20

Bajo el nuevo formato de Liga de Campeones de Concacaf, este torneo se ha disputado 11 ocasiones, apenas ha iniciado la edición número 12. En las anteriores, todos los títulos de campeón están repartidos entre equipos mexicanos: Monterrey (4), América (2), Pachuca (2) Cruz Azul, Chivas y Atlante.

La hegemonía de los clubes mexicanos es brutal e inobjetable. Además de los campeones, los subcampeonatos también se han repartido entre equipos aztecas, solo tres veces se han metido a las finales franquicias de la MLS: Real Salt Lake, Montreal Impact y Toronto FC (estos últimos canadienses).

Por otro lado, los clubes estadounidenses y canadienses también se roban el protagonismo, aunque aún sin lograr el objetivo de ganar algún campeonato, pero no dejan de ser obstáculos claves en el camino para los equipos de Centroamérica y del Caribe.

Foto: Diez

Los clubes mexicanos tienen monopolizados los títulos en la Liga Campeones, nadie más en área ha podido ganarla.

Por tanto, es muy sencillo llegar a la conclusión de que en este campeonato no hay oportunidad para las escuadras de otras regiones en la Concacaf.

Específicamente para Centroamérica, que apenas se ha tenido que conformar con algunas presentaciones dignas, que solo han generado ilusión, pero que no terminan de explotar en pelear en serio por conquistar un título de campeón.

En estas últimas horas ha sucedido. Ahora mismo hay mucha efervescencia por los resultados conseguidos por equipos centroamericanos frente a dos potencias mexicanas. En los juegos de ida de los octavos de final, las sorpresas mayúsculas han sido el triunfo del Alianza de El Salvador frente a Tigres (2-1) y el empate del Comunicaciones de Guatemala contra el América.

Foto: Diez

Alianza sorprendió a Tigres en el estadio Cuscatlán.

A estos inesperados resultados no les quitaré mérito, pues de cualquier manera ha habido un esfuerzo épico tanto del Alianza como el del Comunicaciones para conseguirlos.

Hay mucha felicidad entre sus seguidores y en la mayor parte del área, pero si aterrizamos en medio de este mágico momento, sabremos que esto no será suficiente para que los gigantes Tigres y América, queden eliminado en esta instancia.

Sin lugar a duda en sus respectivas casas, ambos equipos aztecas avanzarán y justificarán el argumento de la superioridad evidente entre el fútbol mexicano y el resto del área, incluso, muchas veces visible cuando enfrentan a los propios estadounidenses.

MONOPOLIO TOTAL DE LOS AZTECAS

Monopolizada por los equipos mexicanos, la Liga de Campeones de la Concacaf no da ninguna oportunidad a nadie más. Eso ha sido claro y seguirá sucediendo, pues ni en Estados Unidos, que tienen muchas posibilidades económicas, no así deportivas, han podido sacarlos del trono.

¿Pero por qué los equipos centroamericanos no tienen nada que hacer en este tipo de torneos? Hay muchas razones, pero las principales son las distancias enormes que hay en aspectos económicos, deportivos, calidad futbolística individual y colectiva.

Podrán sufrir accidentes como el del América y Tigres en el inicio de esta nueva edición, pero no pasará a más. En nuestra región no estamos listos ni hemos hecho absolutamente nada para poder ponernos a ese nivel y competir en serio.

Foto: Diez

Comunicaciones logró el empate en casa ante América, pero la cuelta la tiene difícil en el estadio Azteca.

Algunos podrán decir, pero a nivel de selecciones nacionales hemos puesto a temblar a México, incluso a Estados Unidos, que no pudo acceder al último Mundial de Rusia 2018, pero son casos aislados, no hay consistencia a nivel competitivo y eso sin duda nos pasa factura al mediano y largo plazo.

No se trata de conseguir resultados emotivos y fugaces. Esto se trata de competir como se debe, a la misma altura, pero para eso estamos lejísimos.

En Honduras lo hemos comprobado una y otra vez. En un partido habrá alguna oportunidad de acortar distancias, pero en la generalidad, nuestros clubes no tienen el alcance necesario para competir en serio en estos campeonatos internacionales.

Y para que lo tengamos tendrían que pasar demasiadas cosas, casi un milagro divino. Pues en nuestro país, especialmente en Honduras, ni siquiera se ha comenzado por el inicio: enfocarse en trabajar a alto nivel el fútbol menor, que es la base del éxito que pueda tener un país en lo futbolístico.

El talento natural de nuestros jugadores nos ha regalado alguna alegría, pero al final del día se impondrá siempre la buena preparación, el atleta de alto rendimiento, la calidad individual y colectiva. Hay mucha tarea por hacer todavía. El viaje sigue siendo largo y tortuoso. Hay pocas esperanzas de que esta historia cambie.