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Todo lo que está debajo de la Fenafuth debe subordinarse. Y aunque legalmente no fuera así, la Fenafuth seguirá mandando y seguirá contando con el aval de la FIFA para todo lo que decida hacer o no hacer.
El debate, me parece, gira alrededor del mecanismo que utilizó la Fenafuth para hacer valer su autoridad. Algunos consideran que, en lugar del show, disfrazado de conferencia de prensa, montado la semana anterior, mejor se hubiera convocado a los diez presidentes de los equipos para notificarles la decisión tomada. Todo en privado.
Luego de eso se hace público mediante un comunicado y sin utilizar un lenguaje que no se leyera tan dictatorial y hasta regañón.
Bien dicen que el buen jefe es el que llama la atención en privado y felicita en público. Nunca al revés.
Si eso es cierto, muy mal hecho. No importa las discrepancias que se puedan tener, pero el respeto a un cargo siempre debe mantenerse. Y guste o no, el presidente de Fenafuth es el mandamás del fútbol hondureño.
Pero también es importante destacar que el mandamás exitoso no es el que debe pasar golpeando a la mesa para ser tratado con respeto. El buen jerarca es aquel que sabe llevar el barco por el camino correcto incluso en medio de la peor de las tempestades.
El buen mandamás es el que sabe ganarse el respeto sin tonos amenazantes ni teniendo que recordar artículos y reglamentos. Jorge Salomón aseguró que no tuvo otra más que pegarle fuerte a la mesa y girar órdenes.
Yo creo que, si la Fenafuth hubiera intervenido directamente con los presidentes de los clubes unas tres semanas antes, es probable que a estas alturas todos los equipos estuvieran en pretemporada. Pero su decisión fue darle demasiado tiempo a Wilfredo Guzmán para que buscara el consenso. Un grave error. Guzmán nunca logró tener el control de la situación. Y ahora menos.
De la mano de todo esto los clubes pueden ir coordinando el inicio de sus pretemporadas durante esta semana con el adelanto que la Fenafuth les hará efectivo, según se nos ha comunicado.
Una vez iniciado el Apertura los clubes deben seguir trabajando para que la Liga Nacional mejore. Después de todo, los grandes cambios no logran el éxito de un día para otro. Se debe tener paciencia y mucha consistencia para permitir que las nuevas ideas se afiancen y comiencen a dar los resultados esperados.
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Yo espero que los seis equipos apodados como los “rebeldes”, se mantengan unidos en su idea de buscar los cambios que sean para mejorar. Ahora ha llegado el momento para iniciar el Apertura. Sabemos que será un reto tremendo, pero sabemos que lo van a lograr.
Y de la Fenafuth, ¿qué esperamos? Yo lo que espero es que ese lado autoritario y de mano dura que mostró recién, no solo aparezca cuando se trate de respaldar a uno de “los suyos”. Porque al final del día el orden y la autoridad se le debe aplicar a todos por igual.
