El 13 de noviembre del 2017 la Selección de Italia jugaba el repechaje al mundial de Rusia 2018 contra su similar de Suecia en el mítico Estadio San Siro. Gian Piero Ventura, pedía que ingresara al campo Daniele De Rossi, el ya retirado jugador reclamaba de manera efusiva a uno de los ayudantes de Ventura, que él no era el indicado; que la mejor opción era Lorenzo Insigne. Italia faltó a un mundial después de sesenta años de clasificarse consecutivamente.
Los italianos luego de eliminación asumieron un cambio de paradigma, su forma de concebir el juego, de relacionarse en el campo y la posibilidad de estimular nuevos comportamientos entre sus futbolistas. Transmitiendo unas ideas, adquiriendo hábitos para potenciar el talento y hacer que la individualidad se manifieste en lo colectivo de forma natural; esa es la Selección de Italia en el presente.
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La Selección de Italia de Roberto Mancini el resultado de muchas formas similares de sentir el juego que convivieron antes, durante y después de la eliminación de Italia en el repechaje del 2017. No nos queda tan lejos aquella Italia Antonio Conte que proponía cosas interesantes, un juego más combinado y una salida de balón que ya hemos visto muy marcada en sus equipos.
Tampoco podemos desconocer la influencia de Maurizio Sarri y su Napoli donde nació futbolísticamente el mediocampista Jorginho; uno de los líderes futbolísticos de esta Italia. O lo que hizo hace unos años atrás Zdenek Zeman, en el 2012 para ser exactos, en el Pescara, en la Serie B; cuando diseñó su modelo de juego potenciando las condiciones futbolísticas de Insigne, Immobile, Verratti futbolistas vitales en la Azurra de hoy en día.
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En el presente, en el Calcio existen propuestas de juego muy ricas que nutren a la Nazionale como la de Roberto de Zerbi del Sassuolo, mediante sus individuos como Domenico Berardi, extremo, que destaca por su técnica en el duelo individual. También es importante colocar el acento en Gian Piero Gasperini y su Atalanta con muchos años de un juego propositivo con el balón, donde destaca el mediocampista Matteo Pessina.
Italia transformó su juego mediante años de convencimiento individual y colectivo en un modelo que es el mejor aliado de los jugadores habilidoso y con las mejores capacidades cognitivas. Asumir cambios es parte de la evolución humana, en esta Eurocopa Italia nos los está demostrando.
