El técnico de la Selección Nacional de Honduras intenta predicar con el ejemplo, ejecutar lo que pregona y ser el principal abanderado de estos elementos fundamentales para tener éxito en la vida, aunque según él mismo, hay muchos más que deben ponerse en práctica. Pero bajo esta premisa, el técnico uruguayo, en un momento de mucha incertidumbre para el mundo en todo sentido, debido a la pandemia del Coronavirus, ha reafirmado el compromiso que tiene como seleccionador nacional de Honduras y con el proyecto que ya ha encaminado de buena manera y que espera, una vez las cosas vuelvan a la normalidad, retomarlo con mayor fuerza.
Fabián Coito no se mueve de Honduras a pesar de alguna posibilidad que se ha abierto para que sea tentado por la federación de su país, Uruguay. No tiene ninguna intención de hacerlo y esa confirmación ha salido de su propia boca y refrendada por su compañero de equipo de trabajo, el asistente técnico Miguel Falero.

El seleccionador catracho lo tiene claro y su compromiso adquirido no lo romperá por nada del mundo y eso tendrá su recompensa. Está enfocado y en lo particular me impacta positivamente esa lealtad mostrada por Fabián Coito.
Su proceso con Honduras arrancó en febrero del 2019 y aunque al inicio generó dudas lógicas por ser el inicio de un proyecto, ha podido enderezar el camino y devolver un poco la ilusión a la afición, que había quedado muy golpeada tras el fracaso rumbo a Rusia 2018.
Ha consolidado un grupo de jugadores importantes en la Selección Mayor, con base en los jugadores jóvenes y sosteniéndose en algunas piezas de mucha experiencia como Maynor Figueroa y Emilio Izaguirre, por ejemplo. Además ha solidificado el proceso olímpico Sub 23, que inició con buen pie ganando una medalla de plata en los Panamericanos de Lima, Perú del año anterior.

Pese a esto, es así como Coito se ha hecho su propio camino al frente de la Selección Nacional de Honduras, él mismo dice que tiene mucha ilusión y que espera finalizar el viaje logrando los objetivos trazados: estar en las Olimpiadas de Tokio (ahora se disputarán en el 2021) y evidentemente clasificar al Mundial de Catar 2022.
Con ese horizonte marcado, Coito no piensa abandonar este par de retos que tiene vistiendo la camisa de Honduras desde su posición como seleccionador.
Sus códigos, que son innegociables, hacen de Fabián Coito un ser humano y un profesional confiable para que siga llevando las riendas de nuestra Selección Nacional.