Centroamérica

El día en que el Aurora eliminó al Saprissa por una moneda en Concacaf

La definición por penales aún no formaba parte del formato de la Copa de Campeones de la Concacaf en 1974, por lo que tuvieron que recurrir a la suerte para determinar al ganador.

2016-11-02

La primera ronda del torneo enfrentó al subcampeón guatemalteco y al bicampeón de Costa Rica. Era la época dorada del Saprissa, que terminó con el primer y único hexacampeonato de un club costarricense, en 1977.

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A nivel internacional, sin embargo, 1974 fue un año de decepciones de color morado. Un mes atrás de la eliminación contra el Aurora, el Saprissa había cedido, también en Guatemala, el título del Torneo de la Confraternidad, ganado en las dos ediciones anteriores.

A tres minutos del epílogo del partido contra el Municipal, cuando parecía que el partido acabaría sin goles, lo que automáticamente convertiría a los morados en tricampeones, “La Rata” Cobían logró batir al mítico arquero Marco Antonio Rojas para dar el título a los rojos.

Fue un presagio de la mala suerte que amargaría la participación internacional del Saprissa ese año. Los morados, pese a todo, ganaron el primer juego de la eliminatoria contra Aurora. Fue un partido jugado en San Juan de Tibás, donde los anotadores fueron los tres jugadores de apellido Solano del equipo costarricense. Carlos Solano adelantó a los locales con un gol de cabeza en el primer tiempo.

Lo empató el conjunto militar con un autogol del defensa Fernando Solano. El gol agónico, a falta de seis minutos, de Gerardo Solano le dio una ventaja mínima al Saprissa para su visita a Guatemala.

En la alineación de los morados en el Estadio del Ejército no figuraron ni Hernán Morales, ni Fernando Hernández ni Javier Masís, ninguno de los cuales pudo hacer el viaje por una falla mecánica en el avión de la Pan American Airlines.

Por tanto, el Saprissa se presentó solo con trece jugadores y su entrenador, Marvin Rodríguez, quien posteriormente, en 1978, ganaría el campeonato de Guatemala precisamente con el Aurora.

El primer tiempo terminó sin goles. En el segundo, Saprissa aumentó la ventaja cosechada en el juego de ida con un gol de Gerardo Solano. El conjunto aurinegro necesitaba dos goles para forzar los tiempos extra, goles que conseguiría gracias a dos ataques del delantero René Morales; el primero al 72’, el segundo en el último minuto.

En la jugada del segundo gol guatemalteco resultó lesionado el guardameta Juan Gutiérrez; entró en su lugar el tercer portero de los morados, Gerardo Granja, quien logró mantener el marcador global 3 a 3 pese al acoso de los locales durante la prórroga.

El árbitro pitó el final del juego. No había más tiempo, no había penales, y el partido necesitaba un vencedor. Se reunieron los capitanes en el centro del campo. El árbitro sacó una moneda y la lanzó hacia arriba. Otro quetzal, no el de los tiempos precolombinos, estuvo en el aire.

Cuando cayó, sonrió el guatemalteco y el costarricense regresó a su país, cabizbajo.

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Aurora, luego de eliminar a Juventud Olímpica, que en aquel momento jugaba con el nombre de Negocios Internacionales, caería eliminado en la tercera ronda por el Alianza, con un marcador global de 4 a 2.

El otro equipo guatemalteco participante, el Municipal, terminaría coronándose de la Copa de Campeones de la Concacaf de 1974 contra el SV Transvaal de Surinam. Esa edición no contó con equipos mexicanos; participaron clubes de Nicaragua, Honduras, El Salvador, Estados Unidos, Surinam, Bermudas, Antillas Neerlandesas y Bonaire.