Champions League

¡Mbappé trituró al City de Guardiola y Real Madrid avanza a los octavos de la Champions League!

El delantero francés marcó tres golazos en el Bernabéu para asegurar la clasificación de los blancos.

finalizado
Real Madrid
Real Madrid
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Manchester City
Manchester City
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2025-02-19

Un triplete de Kylian Mbappé, desatado en en el Santiago Bernabéu, hizo añicos al Manchester City de Pep Guardiola para que Real Madrid accediera a los octavos de final de la Champions League (3-1; global 6-3), partido correspondiente a la vuelta de los playoffs.

Revitalizado en el duelo de mayor exigencia, la que perfectamente podía haber sido la final, despertó la verdadera imagen dominante del Real Madrid en la Liga de Campeones. Ante una caricatura del City que suma un nuevo capítulo de desprestigio al peor curso de Guardiola. El descrédito de caer antes de octavos lo esquivó con clara superioridad Carlo Ancelotti que siempre aseguró las semifinales.

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Exhibiendo galones y poderío ofensivo, el Real Madrid recupera las credenciales rescatando su mejor fútbol en un duelo de grandeza.

Nunca un equipo de Guardiola mostró menos señas de identidad en un campo. Será él quien decida si estos claros síntomas de fin de ciclo afectan solamente a futbolistas o también al banquillo. No hubo inventos tácticos en esta ocasión de un técnico que dejó grandes exhibiciones en la pizarra en el pasado. Genialidad o locura, apostó por sus tres fichajes invernales como titulares y la identidad del City mutó por completo respecto a su historia dorada reciente.

Tardó apenas cuatro minutos. En un balón de uno de los jugadores que más ha crecido en la eliminatoria, Raúl Asencio, en largo, preciso, a la espalda de los centrales que fueron un flan ante Mbappé. Midió mal Rubén Dias y precisó bien Kylian. De primeras, picando el balón a la salida desesperada de Ederson. Cualquier plan de Guardiola saltaba por los aires.

Ante un City sin profundidad, con una posesión improductiva sin un solo pase decisivo entre líneas, que apenas pisó área rival, asomó un Real Madrid contundente, exuberante en el físico, preciso con balón al ritmo de Dani Ceballos. La movilidad con altas dosis de calidad de Bellingham, que dejó la peor noticia con una amarilla que lo aparta de la ida de octavos, la electricidad de Rodrygo, la velocidad de Vinicius y la pegada de Mbappé.

El papelón de asumir el marcaje de ‘Vini’ en un City sin lateral derecho tras la espantada de Walker recayó en Khusanov. Desbordado. Superado siempre en carrera, indeciso en el juego aéreo y en la acción del segundo tanto madridista. A los 33 minutos, cuando el Real Madrid degustaba su superioridad.

Bellingham lo había acariciado en acción de estrategia, peinando en el primer palo el saque de esquina de Rodrygo. Mbappé remató todo lo que le llegaba aumentando el miedo del rival. Ederson sacaba con el cuerpo su disparo en carrera. Valverde lo intentaba desde lejos.

Con Asencio crecido para frenar cualquier intento. Así llegó una acción coral para dar forma a un gran gol. La conexión de Jude con ‘Vini’, la indecisión de salir al corte de Khusanov la aprovechó Rodrygo para asistir a Mbappé. Recorte de diestra y zurdazo potente a la red. El Bernabéu era una fiesta.

La esperada última palabra del City en el Bernabéu no llegó. Se esperaba más orgullo. Tardó 66 minutos en intentar un disparo, lejano y a la grada de Foden. El único entre palos hasta el tanto postrero de Nico tras una falta al larguero de Marmoush. Superado en todas las facetas sin solución alguna desde el banquillo. Nada cambió en el segundo acto, sin arriesgar, sintiendo todo perdido, en manos del Real Madrid.

Rodrygo buscó su gol con dos disparos, pero era la gran noche soñada de Mbappé. Tras acariciar su triplete lanzándose a un centro de Valverde, tan fiable de lateral como en cualquier demarcación en la que juegue, y después de llevarse un golpe, nada más regresar al campo inventó una bicicleta y un disparo de zurda al palo largo al que no llegó Ederson. El Bernabéu coreó sin cesar el nombre de su nuevo ídolo, el más esperado, que ya decide los días grandes con su demoledora pegada.

Restaba media hora de sufrimiento para Guardiola en el Bernabéu, sosteniendo en pie la imagen pobre de su equipo y el cachondeo de la grada. Hasta el balón fue del Real Madrid entre olés en la posesión.

Un día de superioridad en el duelo de los que en el arranque de la nueva Champions eran considerados los grandes favoritos, que refuerza la candidatura madridista a extender su reinado.

Atlético de Madrid o Bayer Leverkusen esperan en octavos mientras resuena en el coliseo de la Castellana el “así, así, así gana el Madrid”.