PlayStation VR nació en 2014 bajo el nombre de Project Morpheus y desde entonces la tecnológica japonesa ha paseado su dispositivo de realidad virtual por decenas de ferias de todo el mundo, donde “centenares de miles de jugadores” lo han probado y han contribuido a modelar su desarrollo.
“Este proceder es bastante inusual en la creación de un dispositivo: conforme los usuarios nos iban dando su parecer, nosotros modificábamos y adaptábamos las experiencias. Cambiamos muchos aspectos de la ergonomía del dispositivo gracias a esas opiniones”, explica en una entrevista con Efe el director de tecnología inmersiva de los Worldwide Studios de Sony, Simon Benson.
También Oculus y HTC recurrieron a este proceso de ensayo-error porque la realidad virtual es una tecnología particular y diferente: aísla al usuario y lo embarca en experiencias envolventes.
Así, esas puestas en escena contribuyeron a reducir el efecto de mareo detectado en los primeros momentos y a definir mejor los contenidos efectivos.