Esto se produjo una vez que el central uruguayo Leodán González dio el pitido final del encuentro, a lo que el joven burló la seguridad en la pista olímpica e ingresó al terreno de juego sin problemas.
Vistiendo la camisa '30' de Messi del PSG, este corrió y no paró hasta que llegó a los brazos de su ídolo, que muy amablemente lo abrazó y compartió un lindo momento con él.
El gesto de Leo se hizo viral en redes sociales tras acortejar, como de costumbre, a un aficionado que arriesgó su integridad para conocerle dentro de la cancha.
Posteriormente, otro fanático intentó repetir lo realizado por el niño, pero este fue detenido justo antes de llegar a la posición de Messi.
Todo esto fue captado por los aficionados en el estadio y los fotográdos, pues las camarás de televisión nO transmitieron lo ocurrido como suele suceder en partidos oficiales.