Farándula

La dolorosa carta de Joana Sanz, esposa de Dani Alves: “Me rompe en mil pedazos... me siento sola”

La modelo atraviesa el peor momento de su vida: su marido está encarcelado por presunta violación y perdió a su madre hace un mes.

2023-02-12

Joana Sanz utiliza las redes sociales para sacar lo que lleva dentro. La esposa de Dani Alves quizá lo usa como terapia, para contar a sus miles de seguidores lo que siente en estos días en los que el mundo se le ha puesto patas arriba.

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La modelo española rehúye de los medios de comunicación, que esperan en la puerta de su casa en busca de declaraciones sobre lo que está ocurriendo con el caso de su pareja. Ya habló antes de que todo saltase y no lo va a volver a hacer porque todo lo que diga será interpretado de muchas maneras. Así que es en las redes sociales donde se expresa con libertad.

Para Sanz no es fácil procesar que Alves esté en prisión acusado de violación, días después de que haya fallecido su madre. Hoy domingo se cumple un mes de esa noticia y por eso ha escrito un sentido texto.

“Hoy hace un mes que tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida; dejarte ir. Sigo con la sensación de que al llegar a casa, me vas a recibir con ilusión. Duele tanto sentir tu olor y no escucharte. Necesito tanto de tu abrazo, de verte reír o bailar... Necesito tu alegría”, escribió Joana a través de su cuenta de Instagram.

“Me dijiste que no llore y te prometo que pongo todo de mi parte para no hacerlo. Tengo mis días más animados pero ese frío interno, siempre me acompaña... Y a veces, me rompe en mil pedazos”, añade.

Joana ha perdido lo que más amaba en uno de los momentos más difíciles y ahora tiene que seguir sin esa brújula: “Me siento sola sabes? Me dijiste que donde quiera que esté tú ibas a estar conmigo, pero no te siento. Me querrá mucha gente y lo aprecio, pero el amor de madre solo es uno”.

La esposa de Alves sabe que todo lo que publica será juzgado. Si baila o si se va a París luego de visitar al brasileño en la cárcel. Por eso escribe casi pidiendo perdón por ser como es. “No me castiguen ni me juzguen si me ven bailar o sonreír, tan solo intento sanar mis heridas a mi manera, a la que a mi me hace bien, a la que a mi madre le gustaría”, cierra.