Si hay algo que ilumina al atacante del Bayer Leverkusen es hablar de la carrera de su padre y cuenta el día que decidió que sería futbolista.
'Mi infancia fue rodeada de fútbol. En un partido con Chivas donde jugué no salí contento y cuando me subía al auto con mi mamá y me pregunté, le dije lo que sentía y me dijo: 'hijo nos hemos sacrificado como familia por tu padre y por ti lo podemos hacer si estás decido a que así va a ser, porque ya había jugado 14 años', inició explicando a León Krauze en 'La Mesa' de Univisión.
Antes de cada partido eleva una plegaria a Dios y explica desde cuándo comenzó a hacerlo.
'Le doy gracias, esto surge a los 18 años cuando debuto con un gol y salimos campeones, se viene el Mundial Sub-20, perdimos en cuartos con Argentina, hice un gol y todo iba bien, pero luego de eso llega algo muy complicado a mi vida. De los 18 a los 20, fue dificilísimo, tenía mis ilusiones, mi esperanza y sueños pero la realidad era otra. Era nula mi participación en Chivas y quizá no estaba dando el ancho', expresó.
¿Qué te dijo tu mamá ese día?, le consultaron al referente del ataque azteca y no pudo contener las lágrimas.
'Qué no me dijo, hubo un día difícil donde...', hizo un alto y se llevó las manos al rostro y lo sacó todo.
'Es que no ha sido fácil y no lo es, me salen estas lágrimas porque no solo yo he sufrido, también mi familia, más mi padre y hermanos, pero mi madre en especial. Ese día para ella fue doloroso, en Chivas ya estaba en el primer equipo, pero jugaba en Primera A y reservas, pocas veces me concentraba y luego me enviaban a las gradas o a la banca que era lo mejor para mí'.
Hernández recuerda muy bien que llegó al camerino del equipo y el técnico le dijo que no estaba convocado y esto fue un duro golpe. Llamó a su madre para que lo recogiera y al llegar esta la vio llorando.
'Cuando me subo al auto los dos lloramos, pero después me dijo que no había manera alguna de rendirnos. La paciencia ha sido fundamental y me ha permitido seguir trabajando'.
Hernández se esforzó el doble y logró triunfar en su equipo, lo que lo llevó al Manchester United de Inglaterra y de allí al Real Madrid donde volvió a vivir momentos similares.
SE SIENTE IDENTIFICADO CON NAVAS
En las filas merengues, Chicharito reconoce que hizo una 'muy buena dupla' con el portero costarricense Keylor Navas, con quien compartió muchas veces en el banco de suplentes.
'Con Keylor viví un año muy similar de falta de oportunidades. Coincidimos en muchas cosas y me enseñó muchísimo. Los dos sabíamos a qué íbamos, qué queríamos. Teníamos en común que no íbamos a dejar de trabajar', cerró.