En la antigua época del Balón de Oro, solo los corresponsales de la publicación francesa eran los encargados de votar y escoger al jugador premiado con este galardón. Ahora, todos los seleccionadores y capitanes de las selecciones reconocidas por la FIFA se unen para elegir al mejor.
Tras realizar una primera preselección con 50 nombres, los integrantes de las comisiones del Fútbol y de la Técnica y de Desarrollo de la FIFA se unen a un grupo de expertos designado por France Football para reducir la lista a 23.
El censo está compuesto por todos los seleccionadores y capitanes de los países reconocidos por la FIFA, así como 96 periodistas seleccionados por France Football. Y el número de electores es equitativo: hay tantos técnicos como futbolistas e informadores.
Una vez se reciben todas las votaciones, llega el momento de proteger el secreto mejor guardado: el futbolista más votado. A diferencia de la época en la que el Balón de Oro estaba organizado únicamente por la revista francesa, el ganador no se desvela antes de la ceremonia de entrega del trofeo.
Para fomentar el debate y mantener la incógnita, se dan a conocer los nombres de los tres jugadores más votados, sin desvelar ningún detalle más. Tres nombres y solo un vencedor.
Este tercer y último filtro es ficticio, puesto que los organizadores ya saben quién será el mejor jugador del año. Sin embargo, el secreto se guarda hasta el momento de la ceremonia.
Este lunes 11 de enero, en el Palacio de Congresos de Zurich, solo uno de los tres subirá al escenario para recoger una distinción que ilusiona a todos los futbolistas del mundo. Será el final de una de las grandes incógnitas del año.