D'Onofrio y Angelici, un aliado del presidente Macri, llegan enemistados al encuentro en la sede de la Conmebol, en las afueras de Asunción, después de meses de buenos modales.
Luego de que Boca presentara el recurso ante la Conmebol, D'Onofrio dijo sentirse traicionado por Angelici a quien acusó de no haber respetado 'un pacto de caballeros' firmado el sábado para que la final se jugara al día siguiente.
'No hay ninguna posibilidad de que le den por ganado el partido a Boca. Si sucede será una vergüenza absoluta y total, una de las más grandes traiciones que puede hacer alguien', dijo D'Onofrio este lunes al canal de TV argentino América.
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En la determinación del resultado o la descalificación que prevé el artículo 18 del Reglamento de Disciplina de la Conmebol quiere hacerse fuerte Boca, que en 2015 fue expulsado en octavos de final de la Libertadores, precisamente en un partido ante River, cuyos jugadores fueron atacados con gas pimienta a la salida del entretiempo en La Bombonera.
River terminó ganando ese año su tercer título de Libertadores, mientras Boca, en la cancha o en el escritorio, busca su séptima corona para igualar a su compatriota Independiente como máximo ganador del certamen continental.
La Unidad Disciplinaria de Conmebol abrió la noche del lunes un proceso disciplinario de oficio contra River Plate por los incidentes.
El equipo 'millonario' fue notificado al respecto la noche del lunes y tenía un plazo de 24 horas a partir de la notificación para formular sus alegatos y presentar las pruebas que en su defensa estime convenientes, indicó la Conmebol.