La primera gran polémica de la final de la Copa Libertadores 2025 surgió a los 30 minutos del duelo entre Palmeiras y Flamengo, cuando Erick Pulgar protagonizó una dura acción que encendió las quejas del rival. El volante chileno pateó con las canillas a Bruno Fuchs después de una falta cometida sobre Giorgian de Arrascaeta en el medio campo, pero pese a la fuerza del contacto, el árbitro decidió mostrar únicamente tarjeta amarilla, desatando reclamos inmediatos.
El partido, disputado en el Estadio Monumental de Lima, ha estado cargado de intensidad y pierna fuerte desde el pitazo inicial, con más fricción que fútbol. La final única se ha caracterizado por constantes interrupciones y choques bruscos, reflejo del alto voltaje con el que ambos equipos han encarado el duelo por el título continental.
Flamengo, en particular, ha sido protagonista del juego ríspido, acumulando tres tarjetas amarillas en apenas 38 minutos: Jorginho, Pulgar y De Arrascaeta. La acumulación de advertencias condiciona al conjunto rojinegro, que deberá manejar con cautela la segunda mitad ante un Palmeiras que exige intensidad cada vez que pisa el área rival.