'Todo el mundo puede pensar lo que quiera. Yo me voy a la cama todos los días con la conciencia muy tranquila y duermo bien. No podemos vivir obsesionados con los que otros piensan de nosotros. Si no, no viviríamos. Ni siquiera Dios agradó a todo el mundo', confiesa.
Cristiano reconoce que sus gestos sobre el campo han marcado la imagen que la gente tiene sobre él. 'Me salen con naturalidad, no los planeo, los hago porque no me gusta perder. Y a veces me arrepiento', expresó.
Dejó claro que personalidad no la cambiará, pues considera que 'soy así, si todo lo que he conseguido en el fútbol ha sido por ser así, no se me puede pedir que cambie. Si se me pide mejorar, lo acepto. Pero cambiar es muy complicado', asegura.'Hay gente que me quiere, hay gente que me odia, que dice que soy arrogante, que soy vanidoso o esto o lo otro. Es parte de mi éxito. Estoy hecho para ser el mejor', confiesa.