Internacionales

El club de los futbolistas 'tristes'

Cristiano Ronaldo se unió a Diego Maradona, David Beckham entre otros.

2012-09-03

Con la confesión de Cristiano Ronaldo, se une al club de los futbolistas internacionales que están 'tristes' en sus equipos. Nombres consagrados como Diego Maradona, Wayne Rooney y David Beckham están en la lista.

Diego Maradona: Nunca llegó a triunfar en Barcelona. Sus altibajos y su fama de juerguista, unida a una sanción de tres meses por la batalla campal acaecida en la final de Copa de 1984 contra el Athletic de Bilbao iniciaron su distanciamiento de la afición y el presidente culé José Luis Núñez. Diego siempre tuvo la sensación de que la directiva del Barcelona y sus aficionados no le habían defendido lo suficiente. La historia terminó con su traspaso al Nápoles.

Luis Enrique: Pese a estar cinco temporadas en la plantilla madridista, nunca fue uno de los preferidos por la afición del Bernabéu, que silbaba sus actuaciones. En su defensa hay que decir que tanto con Radomir Antić y Benito Floro jugó en demarcaciones poco habituales para él, como el lateral o el interior, lo que dificultó su relación con la exigente afición madridista. En la temporada 1996/97 pasó al Barcelona.

Gaizka Mendieta: El verano de 2001 el cerebro del Valencia dos veces finalista de la Champions League decidió que era el momento de fichar por un ‘grande’, concretamente el Real Madrid. Ni hubo acuerdo, pero con los aficionados en pie de guerra por su supuesta traición, Mendieta no pudo continuar en el equipo y decidió salir con destino a Italia, al Lazio, donde inició un progresivo declive futbolístico.

David Beckham: El 17 de febrero de 2003 el capitán del Manchester United, tuvo que darse dos puntos de sutura en la ceja tras ser golpeado fortuitamente con una bota que le arrojó su entrenador, Alex Ferguson, después de que el Manchester United fuera derrotado por el Arsenal en la Copa inglesa. Aquel incidente supuso el primer paso de la salida de ‘Becks’ con rumbo a ‘los galácticos’ de Florentino Perez. Ferguson y Beckham se sometieron al juicio de la afición, que se decantó por el entrenador que más gloria ha dado al club.

Wayne Rooney: La de la estrella del Manchester con su afición es una relación de amor-odio. Lo mismo gritan con sus galopadas o sus goles imposibles que le critican por su indolencia o sus malos modos. En alguna ocasión se ha rumoreado con la llamada de algún ‘grande’ a Rooney, que de momento sigue fiel a los suyos, a pesar de algún que otro silbido.

Antonio Casano: Al italiano le gustan bien poco los silbidos. Estado en la Sampdoria, en 2009, amenazó al club y los aficionados con marcharse si no le trataban con más cariño. Tras un partido que acabó sin goles frente al Bari, y en el que la hinchada le pitó con saña, Cassano dejó claro lo que sucedería si no cambiaban de actitud: “Hace ya tres o cuatro partidos que me empezaron a silbar. Lo mismo me ocurrió en Roma y me fui, ocurrió en Madrid y me fui”. Al final, acabó cambiando de aires y fichando por el Milán.

Zlatan Ibrahimovic: Nunca fue uno de los jugadores preferidos por la afición azulgrana. Ni siquiera su tanto ante el Real Madrid en el Nou Camp le aseguró el cariño de las gradas. Desplazado, inició una guerra de popularidad con Messi. La plantilla, el cuerpo técnico y la hinchada culé se pusieron de parte del genio argentino e ‘Ibra’ salió con destino a Milán.

Arjen Robben: El pasado mes de mayo, en el transcurso de un encuentro amistoso entre el Bayern Munich y la selección de Holanda, el futbolista holandés recibió una sonora pitada de su propia afición por errar un penalti en la final de la 'Champions League', que finalmente fue a parar a las vitrinas del Chelsea. A partir de aquel momento se comenzó a especular con su salida del club, aunque de momento no se ha producido.

Fernando Llorente: Su negativa a renovar su contrato con el Athletic de Bilbao y los continuos rumores sobre su marcha han hecho que buena parte de la afición rojiblanca se haya manifestado en contra de una de las grandes estrellas del equipo entrenado por Marcelo Bielsa.