El delantero de la selección de
Gales Gareth Bale vivió un tierno momento al terminar el partido ante Irlanda del Norte por octavos de final de la
Eurocopa 2016.
La estrella del Real Madrid escuchó el pitazo final del árbitro
Martin Atkinson y vio como su hija
Viola Alba entró corriendo al césped del estadio del Parque de los Príncipes.
Bale la tomó en brazos y la cargó sonriente celebrando junto a ella el pase a los cuartos de final de la Eurocopa 2016.
Foto: Diez
La hija mayor del jugador galés estaba vestida completamente con la indumentaria de la selección de Gales y llevaba la camiseta número once, la misma que usa su padre en los 'Dragones' en la Eurocopa.