Hablar de Ronaldo Nazario es hablar de uno de los mejores futbolistas de la historia. El brasileño fue campeón del mundo, ganó balones de oro y es recordado muy bien por el aficionado del Real Madrid a pesar de que no ganó la Champions.
El brasileño duró de 2003 a 2007 en la Casa Blanca. No fue hasta que llegó Fabio Capello, entrenador italiano, que Ronaldo tuvo que dejar la Liga Española para irse al Milan.
El italiano recordó sus vivencias junto a Ronaldo, Cassano, Roberto Carlos, Guti, Beckham, Raúl y compañía durante la inauguración del curso académico del Instituto Universitario de Mediadores Lingüísticos (Limec) en Milán.
“Un día llegó Van Nistelrooy y me dijo que ‘aquí el vestuario huele a alcohol’. Era verdad”. Según Capello, uno de los responsables era Ronaldo Nazario, al que “decidí despedirle, era alguien a quien le gustaba la fiesta e involucraba al grupo a que saliese con él”, recuerda sobre el brasileño, del que asegura que “pesaba 94 kilos ese año”.
Cuatro años antes, “en Corea, en el Mundial de 2002, pesaba 82. Le dije que bajara de peso... llegó a 92,5”, explica.
Además, Capello reveló que aconsejó al Milan antes de fichar a Ronaldo: “Berlusconi me pidió consejo y le desaconsejé que lo hiciera, le dije que era un fiestero y que sólo pensaba en estar rodeado de mujeres”. No fue muy convincente: “Me dijo: ‘Vale, gracias Fabio’. Días después, Ronaldo fichó por el Milán.
Fabio Capello también tuvo problemas con Cassano: “Pedía patatas fritas antes de cada partido, algo inaceptable. Me enfadé más con el cocinero que con él. No lo entendía”.