EL INTÉRPRETE DEFINITIVO
Cesc es parte esencial de lo logrado por España entre 2008 y 2012. Luis Aragonés le dio mando en plaza cuando aún no había cumplido los 19 años.
El 1 de marzo de 2006, en Valladolid y con Costa de Marfil como rival, el catalán jugó el primero de los 99 partidos que suma con España. Fue al Mundial de Alemania, donde dejó la imagen de unas inconsolables lágrimas después de caer en cuartos en Francia. Pero la historia iba a cambiar pronto. Y el punto de inflexión en la historia de la selección española estuvo en su bota derecha.
En Viena, Cesc cerró el trauma de los cuartos con el penalti con el que España eliminó a Italia para meterse en semifinales.
Dos años después, en Sudáfrica, 10 fue el penúltimo jugador en tocar la pelota antes del gol de Iniesta. Suyo fue el pase y suyo también el último penalti de las semifinales de la Euro de 2012, el que transformó para llevar a La Roja a la final de Kiev.
'Estoy orgulloso de lo que he logrado con la selección, pero quiero más', explicaba Cesc.
'Para nosotros, más allá de los números, es un jugador muy importante y en el que siempre hemos confiado', declara Del Bosque.
Con Luis, Cesc jugó 32 partidos (un gol, a Rusia en la Euro 2008) y con Del Bosque los otros 67. Desde que terminó la Euro de 2012, España ha jugado 25 partidos oficiales y sólo en dos de ellos (0-4 en Minsk y 1-1 en Madrid ante Francia, los dos en octubre de 2012), se ha jugado sin un delantero fijo.