Mourinho viajó a Croacia con Khedira, con Lass y sin Kaká. El brasileño sufrió un fuerte golpe frente al Getafe y el técnico José Mourinho ha preferido no arriesgar con él.
El Real Madrid se enfrenta mañana miércoles por vez primera en su historia al Dinamo de Zagreb, pero la mayor preocupación de la Uefa y del propio equipo español son los seguidores radicales del conjunto local.
Los violentos Bad Blue Boys se definen como ultras y han provocado múltiples incidentes en la última década. Su agresividad ya provocó el cierre del Maksimir por dos partidos el 29 de octubre 2009.
Sus 'duros' integrantes se pegaron en Timisoara con los aficionados del club rumano y la sanción por dos encuentros fue suave, pues la Comisión de Disciplina de la Uefa meditó la expulsión del equipo croata en aquella Europa League.
VIGILADOS
Aquellos sucesos se añadieron a los ocurridos en Praga ante el Sparta, el 7 de octubre de 2008, donde este grupúsculo de militantes cuasi paramilitares también protagonizaron tumultuosos destrozos dentro y fuera del campo. Desastres que se sumaban a los generados en años anteriores en Zúrich, Bérgamo, Budapest, Milán y Udine.
Los Bad Blue Boys la arman allá donde van. Se denominan asi desde 1986, imitando a los ultras de la famosa película. Mirko Barisic, presidente de la entidad, reza para que esta fecha histórica, gracias a la visita madridista, no lo sea por cosas ajenas al balón.
Estos radicales suelen quemar miles de bengalas en su grada. Sus incendios ocupan habitualmente todo un sector de los graderíos. El objetivo es que no lo puedan hacer mañana en la Copa de Europa.
