El Sport Recife empató en casa este lunes contra Ponte Preta (3-3) en la Segunda División de Brasil, en un partido que levantó la polémica por un penal ejecutado por Fabricio Daniel de Souza.
La escuadra local lo iba perdiendo 0-3 en el primer tiempo hasta que el veterano Wagner Love hizo el descuento al filo del descanso. Seguidamente vendría la controvertida acción, aunque el reglamento despejó las dudas.
A los 70 minutos, el árbitro concedió un penal para Sport Recife y De Souza se hizo cargo. El jugador hizo un gesto llamativo antes de rematar: se movió de izquierda a derecha, tras un leve avance dio un salto, se frenó, esperó al movimiento del arquero y pateó para poder convertir el tanto. Fue el 2-3 en un momento clave del partido.
El silbante validó el gol y esto provocó el enfado de los futbolistas del Ponte Preta por considerar que De Souza había hecho trampa en su ejecución.
Pero la norma lo avala, ya que en el momento de colocar la pierna izquierda, hizo el disparo. De Souza se para antes, hace un saltito, apoya el pie izquierdo y golpea el balón.
Según la regla 14, se permite que el ejecutante pueda hacer un amague en la carrera, pero lo que no puede hacer es una finta al patear luego de haber efectuado la misma. En ese caso el árbitro puede amonestarlo.
Diez minutos más tarde de ese penal, Jorge de Moura igualó el marcador con el que ambos equipos se repartieron un punto.