Susto en España tras una avalancha de aficionados

Una avalancha de los hinchas del Oviedo en Lugo pudo terminar en tragedia. Ocurrió ayer en el estadio Ángel Carro de España, en el Lugo-Oviedo (2-2).

El 0-1 provocó una avalancha en la grada de los 2.000 aficionados ovetenses. La valla no aguantó la presión y se vino abajo, pero todo quedó en un susto. Cuando Óscar Martínez, autor del tanto que ponía por delante en el marcador al conjunto de la capital del Principado, acudió a festejar con parte de la afición del equipo carbayón el 0-1, logrado a los cinco minutos, se produjo un desenlace inesperado.

La barandilla de la tribuna principal del estadio, que ocupaban un grupo de seguidores del Real Oviedo cedió y unas 25 personas que estaban situadas en las primeras filas de la grada cayeron y acabaron sobre la hierba, junto a la línea de cal que delimita el terreno de juego.

Los futbolistas del Oviedo que se habían acercado a sus seguidores, como Óscar Martínez Negredo y Pelayo, pudieron evitar la avalancha, que se llevó por delante a alguno de los miembros de seguridad que vigilaban a los aficionados del equipo asturiano.
Afortunadamente la altura de la caída fue escasa y, aunque en un primer instante se vivieron momentos de incertidumbre, el incidente se saldó sólo con contusiones y magulladuras para algunos de los afectados.

Varios de los aficionados pasaron por la enfermería más por el susto y la tensión vivida que por el alcance de las lesiones. Pudieron regresar al poco tiempo a la tribuna para seguir las incidencias del choque entre dos de los candidatos al ascenso. El Real Oviedo estuvo arropado en el Anxo Carro por más de 2.000 seguidores, que prácticamente igualaron en número a la hinchada local.