El futbolista Erik Pieters del PSV de Holanda, que venía de estar varios meses lesionadoestá en el ojo de todos tras una tarjeta roja que vio en un juego de su club.
En su reaparición con el conjunto de Eindhoven, hizo una entrada cuanto menos agresiva a un contrincante del PEC, de la que fue sancionado y expulsado inmediatamente.
Con ello, Pieters, tras ser expulsado abandonó el terreno de juego enloquecido, de tal forma que golpeó uno de los cristales del túnel de vestuarios y acabó haciéndole un agujero.
La furia del jugador quedó plasmada con una mancha de sangre del propio futbolista al romper el cristal.
Los hechos, podrían ser sancionados por el Comité de Competición de la Federación Holandesa de Fútbol ya que la mala conducta y la agresividad puede estar considerada como un agravante en la expulsión siempre y cuando el árbitro lo reflejara en el acta. Por otra parte el jugador se encuentra lesionado por esta acción y, sea sancionado o no, estará fuera de los terrenos de juego por el profundo corte.
