Los hechos ocurrieron en el partido adelantado por la fecha 23 de la Ligue 1 que el PSG le ganó 1–0 al Rennes, con gol del delantero argentino Ezequiel Lavezzi a los 29 minutos del primer tiempo.
El sueco se mantuvo en su puesto. “Ven aquí” le decía el árbitro, y Zlatan no obedeció. Un “no” rotundo pareció decirle en pose dictatorial, con las manos en la cintura y furioso, así se hubiese equivocado.
Su actitud rebelde se mantuvo, a tal punto que el árbitro Philippe Kalt tuvo que ir a su encuentro para llamarle la atención. ¡Ni siquiera le mostró tarjeta amarilla!.
Y por si esto fuera poco, Zlatan criticó a los hinchas por los silbidos que recibió él y sus compañeros del PSG, debido al mal juego del equipo, pese al resultado positivo: “No sabemos qué quiere la gente. Ganemos o perdamos, nos pitan. A lo mejor estaban acostumbrados a comer caviar antes”.