Han pasado 33 años, luego volvimos 28 años después a Sudáfrica en el 2010 y recientemente a Brasil 2014, pero el primero es tan especial que el técnico hondureño lo recuerda con mucho sentimiento.
'Yo no solo tengo el récord de haber clasificado al Mundial, también la clasificación que se hizo en forma invicta. Después de eso Honduras no ha vuelto a quedar campeón de la Concacaf, se convirtió en la potencia y también fuimos campeones centroamericanos algo que nos dio el derecho a ser sedes de la hexagonal, muchos la pidieron', dice con el carácter que le identifica y la pasión con la que habla.
Y agrega: 'Nosotros clasificamos al Mundial y le dimos reconocimiento al país en el mapa del planeta, ya que Honduras nunca se destacaba por nada en el mundo. Posteriormente fuimos invitados a jugar a países sudamericanos como Ecuador y Perú cuando antes no pasaba; además sirvió para la exportación de jugadores porque cuando se fue Gilberto (Yearwood) ahí se había parado todo”, afirmó.
Para el estratega, no hay comparación entre los últimos dos mundiales de Honduras con el de 1982. 'Ni siquieran hay comparación, primero hay que ver lo que puso la prensa internacional, lo calificó como el mejor equipo, hay una parte que ante Yugoslabia la prensa decía: 'Honduras ya envolvió a Yugoslavia con su toque', entonces, técnicamente no hemos logrado alcanzar eso, imagínense. En Sudáfrica no se hiceron remates al marco, salvo ante Suiza'.
Y sostiene que en relación a los mundiales de Sudáfrica y Brasil, 'es importante no basarse en el resultado, el asunto es dejar una buena imagen, que de motivo de comentarios positivos y no salió ninguno de los últimos dos mundiales. En Sudáfrica dice que fue un fútbol rudimentario'.
En un momento pensó que 'ya me puedo morir tranquilo. De hecho con eso consideré que me daba por satisfecho con lo que pude haber logrado en la vida, fui seleccionado para tener ese privilegio, son elecciones de Dios'.