Don Jesús tiene 25 años radicando en Estados Unidos, y sus historias están llenas de fútbol. Cuenta que desde 1967 tiene noción de ser aficionado de la Bicolor, un sentimiento que lo ha venido pasando de generación en generación.
“Tengo lindos recuerdos de la Selección y algunos no muy buenos (risas). Estuve en la platea del estadio en Washington en 2001 cuando vencimos a Estados Unidos con aquella gran selección. Es un momento inolvidable. También estuve en el estadio de los Gigantes en la Copa Oro del 2007 que se venció a México”, contó.
Portando un cartel, espera que la televisión lo capte desde silla donde le manda un saludo a sus dos hijos que dejó en Estados Unidos, a quienes los llama por el apodo; uno de ellos es “El Ganzo” y el otro “Patito”.

Los dos integrantes de la familia Orellana mandaron un mensaje a sus demás familiares.
Al igual que don Jesús, muchos fanáticos recorren muchos kilómetros por venir a alentar a la Selección de Honduras que esta tarde tiene que ganar sí o sí a Costa Rica. “Tenemos que ganar, porque si empatamos es malo, eso nos dejaría lejos del Mundia. Si ganamos, el sábado salgo para México para ir a alentarlos allá”, cuenta.
Don Jesús es el padre del entrenador hondureño, Marlon Orellana, quien ahora radica en Estados Unidos donde trabaja en una academia de fútbol.