La Selección

'Nunca pensé quedar fuera de los 23'

DIEZ te presenta en su sección 'Con Sello Femenino' al defensor catracho Erick Norales quien nos atendió en los juego mecánicos, habló su muchos temas y uno de ellos fue el de la Selección.

2010-07-07

Erick Norales fue a los juegos mecánicos y volvió a sentirse como un niño. El defensa del Marathón se subió a los carros chocones, comió manzana con caramelo y gritó del miedo en el Barco. También probó puntería con un rifle de balines. Y entre carcajadas y carcajadas se desarrolló la entrevista.

¿Cuándo cumplís años?
Cumplo el 12 de febrero, iba a nacer el 14, la misma fecha que mi papá, pero me adelanté.

¿Tenés hermanos?
Sí, una adolescente de 17 años.

¿En qué escuela estudiaste?
En el Instituto Evangélico Bethel de La Ceiba.

¿Y hace cuánto te mudaste a San Pedro Sula?
Alrededor de cuatro años ya.

¿Ya te acostumbraste?
Me han recibido bien acá. Me enredo un poco con lo de las calles, pero sí sé llegar a cualquier lado.

¿Toda tu familia vive en La Ceiba? ¿Cada cuanto los visitas?
El torneo pasado fue difícil por los viajes con la Selección y el Marathón. Por eso casi no iba, sólo fui dos veces.

¿Cómo se vive el Carnaval de La Ceiba?
Increíble. Ahorita acaba de pasar y fui para alegrarme un poco. Se la pasa muy bien, ya tiempos no vivía el ambiente del carnaval.

Y tu infancia, ¿cómo fue?
Prácticamente la pasé solo. Desde temprano mi mamá y mi papá se iban a trabajar. Yo quedaba con un tío o tía. Y por la tarde a la escuela.

¿Algún amigo en especial?
Sí, tenía uno que crecimos juntos. Es un gran amigo, casi mi hermano. Se llama Jason Martínez y me ha ayudado y apoyado bastante.

Y en el aula de clases, ¿dónde te sentabas?
Me sentaba adelante porque mi mamá era la subdirectora.

¿Y te metías en problemas?
Nunca tuve problemas con eso porque no era de las personas relajeras.

¿Y si tu mamá no hubiera sido la subdirectora?
Pues a saber qué hubiera pasado.

¿Hubieras sido desastroso?
No creo, por la crianza que me daban en casa.

¿Y las notas?

No era un estudiante ejemplar, pero tampoco me iba mal.

¿Tu lonchera era...?

Un sándwich, un jugo y una fruta.

¿Y el balón ya jugaba un papel en tu vida?

En el kínder entrenaba de portero y terminé jugando de delantero. En la colonia donde me crié todos jugaban béisbol y yo me dedicaba más a eso. Fútbol federado fue hasta los 14 años.

¿Tenés educación superior?

Me matriculé en la universidad en La Ceiba, pero no continué por lo mismo de la Selección. Luego fui llamado a la Sub-20 y viajaba mucho a Tegucigalpa.


¿En qué te habías matriculado?
Ecoturismo.

¿Tenés planes de retomar los estudios?
Ahora he parado. Es que curiosamente al parar la Sub-20 dije que seguiría estudiando, pero me llamaron a la Sub-21, luego pasé a la Sub-23. Cuando pensé que el ciclo había parado me llamaron a la mayor. Pero ahorita puedo retomarlo, si no es que me sale una oportunidad de ir a jugar afuera.

¿Y en el fútbol profesional cómo iniciaste?
Jugué un torneo colegial en donde participé como delantero. Y empecé a ir a entrenar con el equipo de los Palacios. Después el entrenador del colegio era el mismo del Victoria y me llevó con él. Pero tenían demasiados jóvenes, entonces me fui a entrenar al Vida y ahí me quedé jugando cuatro años. Tenía 16.

¿Después te pasaste al Marathón?
Sí, llegué a un año de préstamo y terminaron contratándome. En Marathón he estado los últimos cuatro años.

¿Cuántas finales has jugado?
He jugado siete finales. He ganado tres y cuatro subcampeonatos.

¿Cómo te definís como jugador en la cancha?
Como un jugador que nunca se da por vencido. Siempre trato de dar lo mejor y cada vez que entro a la cancha es pensando y sabiendo la responsabilidad de tener a mis espaldas a mi familia y a mis compañeros.

¿Qué te hace ser superior?
Se queda pensando un rato: “Se puede decir que antes de pensar en mí pienso en el bien de mis compañeros”.

¿No sos individualista?
Por mi posición no puedo ser individualista, prácticamente soy alguien que recupera balones para que los demás jueguen. No, soy un destructor. Le destruyo el juego al rival, doy el balón para que mis compañeros armen los ataques y busquen el gol.

¿Cómo fue tu relación con Reinaldo Rueda?
Bien, puede decirse que bien. Como persona no me quejo. Y aprendí bastante de él, así como lo he hecho con todos los técnicos.

¿Qué sentiste ese lunes cuando escuchaste la lista de los 23 que iban al Mundial y te das cuenta que vos no estabas?
No estaba pendiente en ese momento de la lista, andaba con mi amigo Harlan Andino. Cuando llego a la casa mi hermana me llama y me dijo que los de DIEZ me habían ido a buscar porque querían mi impresión por estar en la lista.

¿O sea que se dio una confusión?
Sí, estaba en la de los 30, pero no en la de los 23. Pero en eso puse la radio y ya no escuché mi nombre.

¿Te molestaste?
Quedé bloqueado porque me sorprendí; nunca pensé quedar fuera de los 23.

¿Hablaste con Rueda o con alguien del cuerpo técnico?
No me pude comunicar con ellos. Fui al hotel y en el lobby hablé con el profesor Velasco y le dije que no se preocupara, que era una decisión que se había tomado y no me quedaba más que se seguir trabajando.

¿Viste los juegos de Honduras?
Sí.

¿Dónde?
El primero en el apartamento, el segundo con mis ex compañeros del colegio y el tercero con mis amigos en San Pedro.

¿Cómo los viste?
Ante Chile no tan bien. Puedo decir que por ser un debut quizás tenían miedo. Es difícil si no se tiene la experiencia y los partidos de fogueo necesarios. Así que los nervios del debut pesaron bastante. Contra España sabíamos que era un grande y que el fútbol de Europa es superior al de Honduras. Y con el tercero fue un partido impresionante en el que sólo falto el gol.

Suiza fue superior a Chile y España, ambos lo fueron con nosotros, pero ellos, los suizos, no pudieron ganarnos. ¿Habrá sido cuestión de actitud?
Ya teníamos dos partidos y no había que cargar el peso del debut. Se puede decir que nuestro fogueo no fue muy bueno porque no fueron rivales que exigieron mucho.

¿Te hubiera gustado que te llamaran a sustituir a Rambo?
Soy una persona que piensa en los demás. Incluso ante del viaje, Johnny Palacios me llamó y me dijo “Primo, vos sos el que tiene que estar aquí, sos vos”. Yo le dije que él no tomó la decisión y que si fue a él a quien le tocó, pues había sido por algo, así que debía ir a Sudáfrica a disfrutar su Mundial. Le dije que no debía sentir remordimientos de ningún tipo.

¿Fuiste noviero?
No, soy una persona muy tímida. Y se puede decir que para mí es muy difícil decirle a alguien que me gusta.

¿Cuántas novias has tenido?
Dos. Una del colegio y la de ahorita. Con ella ya llevo seis años. Se llama Patricia Figueroa.

¿Qué significa ella en tu vida?
El romance va muy bien, es una persona que me ha dado bastante y me ha enseñado mucho.

¿Habrá anillo pronto?
Ya se lo di. Estábamos acostados y le dije que le tenía algo. Y le di la caja y ella la abrió y se puso a llorar.

¿Planes para la boda?
No hay fecha todavía. Pero lo más seguro es que será en Nueva York la civil y la religiosa en La Ceiba.

¿Estás enamorado?
Sí, estoy bien enamorado. Es alguien que está en mi vida y siempre la quiero conmigo. Será una gran madre para mi hijo.

¿Viene bebé en camino?
Sí, nace los primeros días de septiembre. Y estoy muy emocionado. Me di cuenta cuando iba en camino a un entrenamiento, ella estaba en La Ceiba e iba a un chequeo médico. Mi hermana me avisó que a Patricia le urgía hablar conmigo. Yo la llamé, y me dijo de un solo: “Prepárese, que va a ser papá”. Yo le dije que no bromeara, pues no le creía. Va a cumplir 23 años y estoy feliz de estar con ella.

¿Y ahora?
Mi preocupación era lo que iban a decir los papás, pero fue todo lo contrario porque son los más emocionados, al igual que los míos.

LOS TOQUES

Película: Déjà vu

Actriz: Halle Berry

Actor: Denzel Washington

Novela: Pasión de Gavilanes

Serie: El Cartel

Libro: La Biblia

Restaurante: Friday’s

Cine: Buenas películas

Baleadas: Muy ricas

Mall: Ir de compras

Iglesia: Primeras enseñanzas

Farmacia: La odio

Hospital: Peor todavía

Bus: Dormir

Teatro: No sé
Sexo: Ja, ja, ja

Eran casi las once de la noche y sólo funcionaban algunos juegos. Erick Norales se bajó de los carros chocones, se metió las manos en los bolsillos y caminó hacia su carro. Se le notaba feliz. Iba pensando en su hijo...