Tras amenazas de bomba en Río de Janeiro, la seguridad es exagerada

Las amenazas de bomba en el Maracaná y en el Centro Acuático esta semana, han puesto con los peos de punta a los organizadores, pues ya estamos a dos días para oficialmente se den por inaugurados los Olímpicos.

Este miércoles iniciaron las competencias oficiales con seis partidos del fútbol femenino y especialmente en Río, donde han ocurrido los primeros incidentes, las medidas de seguridad se han intensificado al máximo.

El ingreso al estadio Olímpico en Río se convierte en una tortuosa aventura para los aficionados, pero sobre todo para los periodistas internacionales que le dan cobertura a los Juegos.

La revisión es exagerada. El tiempo de espera para poder ingresar es de al menos 20 minutos por periodista. En el caso de los aficionados deben pasar por un registro meticuloso al momento de entregar su boleto de entrada.

La seguridad es por tierra y por aire. Helicópteros sobrevuelan las arenas deportivas y este día lo han hecho sobre el estadio Olímpico. Además hay patrullas que recorren la zona a caballo y motorizadas. Hay escuadrones antibombas e incluso hasta agentes que visten como civiles y que se contundente entre los aficionados.

Lo mismo se vivirá en la doble jornada de este jueves en la que Honduras abre el telón en los Olímpicos frente a Argelia y Argentina lo hará contra Portugal.

Son al menos 85 mil agentes de seguridad los que tratan de resguardar los Juegos, pero por ahora ya se llevaron dos sustos importantes y que los han puesto a replantear algunas estrategias.