Le ha llegado la hora de dar el salto hacia la elite del fútbol mundial, está a 90 minutos de hacer historia con el Tenerife.
Para Anthony Lozano nada ha sido sencillo. Su paso fugaz por Marathón le sirvió para crecer y entender que nada sería sencillo si quería alcanzar el éxito.
Con él no solo destacó en el conjunto de Liga Mayor, también se cansó de hacer goles en los torneos colegiales que disputó con el instituto Don Bosco.
Y es que la carrera del cipote criado en San Pedro Sula no dejó de crecer nunca. Metía cuantos goles quería en las canchas de la Gran Ciudad y no tardó demasiado en hacerse sentir en la Liga Nacional.
LLEGA A LA CAPITAL Y SE VA A ESPAÑA
El Olimpia, club con el cual logró seis títulos; cuatro de Liga, uno de Copa y otro de Supercopa, disfrutó sus goles por un buen periodo de tiempo. De hecho, es la institución que le permitió, amparado por su talento, llevar su calidad a suelo español.

Juegos Olímpicos en Londres 2012 y Río 2016 con la Sub-23, fueron solo el preambulo para que en la Selección Mayor se convirtiera en un infaltable de Jorge Luis Pinto, sí, ese técnico ganador al que no cualquiera convence.