Liga Nacional

Alexis Duarte: 'Mi error fue haber probado la cocaína”

El exfutbolista de Platense y Marathón, es el invitado de hoy en nuestra sección Qué fue de...

2013-09-18

En su época le llamaban el Diego Pablo Simeone de Honduras, se ganó ese mote en Puerto Cortés porque Alexis Duarte era el todoterreno, pura garra en el medio campo escualo, manejaba bien la zurda y en ocasiones se ganaba los premios como “El mejor del partido” al final de los 90 minutos.

Pintaba para figura. Pronto saltó a otros equipos como el Marathón donde no solo ganó fama, sino que se erigió un nombre por todo lo alto, ese nombre que más adelante se dilató por su mala “cabeza” hasta derrumbarse.

Pronto cumplirá 40 años. La vida le ha dado golpes duros. El alcohol y las drogas le jugaron, quizá, la peor pasada de su carrera hasta que un día abandonó el fútbol.

Hoy vive en Tela, sin su familia, ni esposa ni hijos. Fue deportado de Estados Unidos hace seis años. Su mamá está en cama porque padece de una enfermedad que le impide caminar.

Vive en un apartamento por caridad de su amigo Nahún, según nos cuenta, quien además le da trabajo en una vidriería. No tiene un empleo fijo, de vez en cuando le ayuda a otro amigo a surtir algunas abarroterías.

ASÍ LA PASA
“Después del fútbol me fui mojado a Estados Unidos. Allá me junté con mi esposa y mis hijos, estuve durante cinco años cuando luego me deportaron”, dice ataviado con una camisa y jean azul, y hasta sudado porque le tocó caminar por 10 minutos al lugar de la entrevista.

“Juego con los veteranos de la U-30 en La Lima, los días de semana le ayudo a mi amigo Nahún, quien es dueño de Aluvitela; hay otro amigo que trae mercadería para surtir las abarroterías de toda la zona y ando con él para arriba y para abajo”.

CAYÓ MUY BAJO
Vive en soledad, increíblemente después que disfrutó de todo en el fútbol. “Cuando estoy solo en el apartamento me pongo a pensar tantas cosas y solo me da vuelta en la cabeza cuando escucho esto y lo otro de un jugador y digo: Allí estuvieses vos Alexis, quizá si te hubieses cuidado mejor, si habrías hecho esto y lo otro. Yo solo me autocritico, pero a la vez me automotivo, lo importante es que estoy bien, estoy vivo, no me hace falta ninguna parte de mi cuerpo, solo digo, busca a Dios Alexis...”.

El año pasado estuvo internado en un centro de rehabilitación de alcohólicos en Zambrano, fueron cuatro meses, pero salió en enero de este año.

“Mis hermanos y un abogado me ayudaron, porque yo había caído bajo en la bebida, ya no me interesaba la cerveza, sino que el vivo alcohol, el guaro, con esos muchachos del parque pasaba desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde. Pero esa rehabilitación me ayudó”, admite.

Y aquí vienen cinco preguntas para un Alexis Duarte sencillo y auténtico, que nos contó esa historia negra de las drogas y de su vida actual donde no esconde que la pasa muy complicado, difícil. Pero le puso valor al asunto:

¿Cuál es el mayor error tuyo, Alexis?
Haber probado la cocaína.

¿Cuánto te afectó, qué consecuencias pagaste?
Un contratista de Argentina llegó a verme, ese día jugué ante Vida, recuerdo que solté varios disparos, cosa que no hacía, y el arquero se lució, luego dijeron los Yacamán que yo tenía un juego parecido al de Diego Pablo Simeone, me dijeron que iban a continuar siguiéndome porque me ubicarían en el extranjero. Y creo que eso lo perdí.

Hoy, ¿Alexis tiene para comer?
Tengo que moverme, porque acostado en mi apartamento no tengo alimentación, tengo que moverme, ahorita andaba unos boletos de venta de tamales de la escuela Blanca Janeth Kawas y allí me rebusco, aunque a la gente no le gustan los tamales, ja, ja, ja...

¿Amasaste fortuna?
Si me pongo a sacar cuentas de esos 13 años que jugué, me quedo corto si digo que tuviera unos 8 a 9 millones de lempiras. Quien sabe, tendría más si no hubiese desviado mi vida hacia la bebida.

¿De 8 a 9 millones de lempiras?
Pero como me dicen algunos por allí, solo quedan fotos y recuerdos, yo les respondo que al menos tengo una historia que contar, mientras que ustedes qué tienen, eso es cuando ya me molesto.

¿Aconsejas a jugadores para que sepan pensar?
Lo hice en Cortés con varios jugadores, Carlos Will, Odis Borjas, Bany Lozano y los aconsejé. Siempre digo que en los equipos debe haber alguien que esté aconsejando”.

¿Por qué nunca seguiste ligado al fútbol?
Porque para sacar un curso para entrenador uno debe tener una ayuda o un auspiciador.

¿Sentís que estuviste en la élite?
Sí, así es, lo estuve.

¿Qué te dice la gente hoy en día?
La gente me pregunta y cuánto ganabas en el fútbol, que esto y lo otro, me molesta la pregunta, siempre me la hacen, pero tengo que hacerle frente. Trato de ser hombre y enfrentar la realidad, somos humanos y todo mundo comete errores, pero hay que saber tener fuerzas, sin duda.

¿Cuáles son tus grandes pecados?
Los vicios, no tanto las mujeres, siempre fui hombre de una mujer, gracias a Dios nunca tuve problemas en ese aspecto. Pero el vicio del alcohol y drogas me hizo cometer esos pecados.

¿De qué te lamentas?
De no haber tenido a alguien que me estuviera asesorando, ese alguien que me dijera cómo tenía que cuidar el dinero y lo demás.

... y sus amigos
Prefiere hacer una pausa. Quiere que la entrevista finalice rápido porque admite no le gustaría que tomen su mal ejemplo. Para él es difícil vivir una vida donde cada día le tiene que poner tenacidad. De vez en cuando se va a pescar al muelle, en otros momentos busca refugiarse en el fútbol buscando algunos amigos, pero explica que “también se me dieron vuelta, algunos pocos me mandan dinero. No les pido para ir a comprar cervezas o drogas, porque ya tengo tres años y medio de no usarlas”, aclaró.

Prefiere decir que el fútbol fue una de las mayores alegrías de su vida y que “fui un buen jugador. Además, en Cortés todavía tiran la alfombra roja cuando saben que ando por allí, todo mundo me tiene un gran aprecio, ¿por qué? Porque nunca fui presumido. Eso es grato”, nos dice y pide que la entrevista llegue hasta aquí.

ADEMÁS

SU EQUIPO: “Soy Platense a morir”.

TUS MEJORES AMIGOS: “Tuve mejores amigos en el fútbol, pero me dieron la espalda, en lo humano menciono a Nahún, el dueño de Aluvitela, él me ayudó”.

MANDA UN MENSAJE A ESTA NUEVA GENERACIÓN DE JUGADORES: “Que busquen de Dios y que se alejen de malas amistades, como dice la Biblia, el sabio ve el mal y se aparta”.