Liga Nacional
2010-10-29
El día de esta entrevista el sol estaba tan fuerte que se sentía hasta en los huesos. “Esto es un infierno”, nos dice el profe justo antes de comenzar a conversar. Pero nada que ver con esas frases calientes que aún suelta el estratega nacional cada vez que le toca hablar de sus polémicas, su pasado, presente y hasta de su futuro.
Acá tampoco hubo presión alguna y con el paso del tiempo el profe se fue soltando, no sólo toca la llaga de aquellos que considera sus enemigos en el fútbol, sino de que aún es un observador del fútbol hondureño y por lo tanto no piensa retirarse. También dio espacio para algunas preguntas curiosas, por ejemplo, de cómo le ha ido en el amor, con quién está casado…
- Bienvenidos al mundo de Chelato:
¿Cuántos años de vida en el fútbol?
En noviembre del año pasado cumplí 40 años, quise reunir a varios amigos, pero al final festejé solo.
¿Cómo ha logrado mantener esa vigencia?
Yo me mato, mi vida se la he entregado al fútbol, nadie como yo.
¿Pasa en constante vigilia?
No aflojo nunca y ni lo hice cuando estuve en el Congreso.
¿Hasta cuándo lo hará?
Mientras tenga bien mis sentidos.
¿Y a su familia qué trato le da?
He dejado todo por el fútbol, no me he dedicado mucho a ellos.
¿Por qué Belice?
Donde hay cosas por hacer es donde me gusta ir, cuando algo está hecho es como convertirse en un entrenador más.
¿Por qué se le ve como un técnico polémico?
Decir la verdad granjea enemigos, lo dijo Jesucristo y Confucio 500 años antes de Cristo. Aunque la verdad es peligrosa, y yo he dicho muchas verdades porque creo que ahí me hago un poco puro, no es una verdad falsa sino un error cometido por esas personas a las que he criticado, sobre todo lo hago en el fútbol, porque es mi área, entonces, cuando hay una cosa mal la denuncio públicamente, sea quien sea. Quizá por eso ahora me he cerrado muchas puertas.
¿Aún hay cosas malas en el balompié hondureño?
Sí, sobre todo lo administrativo. Cuánto dinero hemos recibido de la Fifa y no podemos tener un edificio como el que tiene Belice, que recibe la tercera parte de lo que le dan a Honduras.
¿Entonces tiene cerradas las puertas en Honduras por decir algunas verdades?
Yo no puedo trabajar en la capital, ni en la Selección y en los dos equipos (Motagua y Olimpia), tengo cerradas las puertas, todo porque les he dicho las verdades y eso les molesta.
¿Por qué no en Motagua?
Tengo problemas con un directivo.
¿Con quién?
Con Marco Tulio Gutiérrez, él mandó a una barra pagada para que sólo me estuviera ofendiendo en la última Uncaf en El Salvador.
¿Y qué pasó con Olimpia?
Quizá por una vez que critiqué a Ferrari en cuanto a unos errores que estaba cometiendo en la Selección, sobre todo con ese dineral que gastaba al llevar al grupo a Miami donde ni el pueblo pueblo la podía ver.
¿En San Pedro Sula tiene enemigos?
En Real España Mateo Yibrín me quería contratar, pero saltaron Paulino Sabillón y Roberto Reyes Silva, ellos dijeron: ‘Que venga cualquiera, menos ese’, no entiendo, yo los trataba normal, quizá fue porque una vez dije que me sentía más Marathón, no me acuerdo de algo peor.
¿Insisto, entonces no vuelve a Honduras?
De repente no volvería, por tantas relaciones rotas y si no existe un apoyo total, estoy pensando qué puede darse.
¿Sigue sosteniendo que es Marathón de corazón?
Le tomé cariño, yo era Olimpia, porque mi papá fue secretario durante 20 años de este club y lo seguí a los pueblos en esa etapa de mi niñez-juventud, pero luego con el tiempo sentí mas cariño del aficionado de Marathón y es el público más maravilloso que he tenido y por esas cosas no quiero volver, porque temo perder ese afecto.
¿No quiere volver, así de claro?
Es que quiero conservar ese afecto, acuérdense, en el Siglo 21 se hace un nuevo Marathón que yo lo hice, cerrando el Siglo 20 estaba descendiendo y recuerdo que el Broncos nos llevaba cinco puntos y faltando cinco juegos terminamos salvándonos; en el año 2001 nos metimos a la pelea y en 2002 fuimos campeones.
¿Cuándo se retira del fútbol?
Yo no me quiero retirar, me voy a cuidar, no sé cómo sería mi muerte, quizá una enfermedad terminal, pero mientras no hay nada de eso, yo estoy bien.
SOBRE EL AMOR
¿Cuántas mujeres ha tenido en su vida?
Un montón.
¿Y alguna de ellas lo flechó al máximo?
Sí, fue una que casi me come el coco. Lo que pasa es que si me hubiese casado con esa mujer, hubiese fracasado como entrenador, porque me hubiera dedicado mucho a ella, era muy linda, me perdía en ella.
¿En qué año fue?
Cuando estaba con Marathón en 1977, me encarnicé con ese amor y fracasé con el club. Pasaba ido, aunque entrenaba, como dicen los españoles, ese enamoramiento me había comido el coco, me movió el sentimiento y casi me bailo.
¿Qué tanto lo dominó, profe?
No estudiaba, pasaba metido en la casa de esa muchacha y llegaba a los entrenamientos a improvisar, algunos dirigentes decían: Pero yo lo miro entrenar, no sé por qué el equipo está mal. Sin embargo, hubo un momento que me cuestioné: Si no te dedicás completamente al fútbol, te jodés.
¿Y cómo hizo para quitarse ese gran amor?
Ah, me tuve que ir a refundir a Choluteca para olvidarla.
¿Pero no me ha dicho quién es ella?
No la voy a mencionar. Es más, cuando estaba comenzando la eliminatoria para España 82 ella se estaba casando.
¡Qué!
Pero ya me había olvidado de ella y dije, Dios me dará la compensación y fue así que gané el campeonato centroamericano. Por cierto, el primero en 1980 con Honduras, sólo perdí un juego en toda la competencia.
¿Le costó olvidarla?
Me di cuenta, lo puse en la balanza y resumí: Si aquí me voy, me termino y cuando no sea nadie, ella me va a pegar la patada. La olvidé con el tiempo.
LAS CURIOSAS
¿Cómo es una mujer ideal para usted?
Que sea agradable para verla, como ver un bonito cuadro que siempre lo sigo viendo con el paso de los años.
¿Y todavía se considera un enamorado?
No he tirado la toalla a mis 69 años.
¿Le gusta el alcohol?
Me tomo un par de cervezas cuando voy al negocio de Chedrany y no me da pena decirlo, lo malo es emborracharse y que se le pega el paladar, yo nunca he sido de esos, jamás he salido tambaleándome, pero me gusta más el vino, es una bebida divina.
¿Sexualmente cómo se considera?
No es como cuando era joven, admito que no tengo la misma potencia, pero sí lo hago de forma ocasional y sigo buscando alguien quien me agrade. No he tirado la toalla.
¿Tiene novias en Belice?
No, estoy dedicado al fútbol.
¿Cómo quiere que diga en su tumba el día que muera?
Aquí yace un luchador crónico.
¿Y se imagina cómo sería su entierro?
Estoy pensando dónde soy más querido para morir, no estoy seguro de morir en Tegucigalpa, de pronto eligiría San Pedro Sula, soy más querido allí.
¿Qué pediría?
Yo quiero que en el velatorio esté la gente que me aprecia, porque hay otra que llega por otros motivos, porque cuando ya esté en el féretro no me gustaría que vayan a pedirme perdón, a quien no le llegó la reconciliación que por favor no vaya a estar y me gustaría que me enterraran con la Bandera Nacional.
HABLAS DE LA BICOLOR
¿Le ve futuro a la Selección de Honduras?
A mí me parece que una selección debe prestigiarse por su dirección técnica, que tenga conocimiento internacional. Yo no voy a decir que no tenga conocimientos Juan de Dios Castillo, pero no lo vi trabajar en equipos de México, al mismo tiempo él se siente orgulloso, porque han de decir, púchica ahí en Honduras no tienen entrenador.
¿Que continúe el Cuate?
Interinamente, está bien.
¿Que siga Ferrari?
El hecho de que conmigo se haya portado mal, que no me pagó un dinero en la Uncaf de El Salvador -a todos les pagó menos a mí-, él en realidad en el fondo tiene patriotismo, le gusta que las cosas vayan bien en Honduras, por lo tanto, para mí debe seguir. Honduras tiene directivos de lujo, con sus errores, pero que nadie dude que es difícil sustituir a dos como Callejas y Ferrari.