Luego del final del partido que el viejo león ganó 1-3 al Real Minas en Danlí, la afición de esa región que asistió al partido se abalanzó sobre los futbolistas merengues.
Pero hubo uno que se detuvo y dedicó de su tiempo a los niños y ese fue Guillermo Chavasco.
Al futbolista charrúa no le importó el cansancio y compartió con los niños danlidenses, pero hubo uno que le robó el corazón, se llama José Girón.
El mediocampista del Olimpia lo mimó, le dio un beso en la frente y fue él mismo quien le pidió una foto a este niño que denotaba alegría por ver a uno de los futbolistas de su querido equipo.
Al final, el uruguayo dijo: 'Uno tiene que ser muy agradecido en el lugar que está, a mí nadie me regala nada pero sí soy agradecido con todo el cariño y la buena onda que me da la gente, yo tengo que darle más y mejor adentro de la cancha, afuera todos somos personas normales'.