Como puede verse, hay dos liguillas que se disputarán en forma paralela una vez finalizadas las dos vueltas del Torneo Apertura que se jugará de agosto a diciembre de 2013:
La liguilla por el título de la parte superior del diagrama sirve para encontrar al “finalista” que será el rival del equipo que resulte “primero de las dos vueltas” para decidir en dos partidos al campeón del Torneo Apertura.
La liguilla por el descenso de la parte inferior del diagrama sirve para encontrar al equipo que “disputa descenso”, que será el rival del club que resulte “último de las dos vueltas” para decidir en dos partidos al último lugar del Torneo Apertura.
Cabe notar que el club que después de esta liguilla por el descenso queda en último lugar, no desciende automáticamente ya que en el Torneo Clausura que se disputará entre enero y mayo de 2014, habrá otra liguilla similar a la del Apertura.
En caso que el mismo equipo pierda la liguilla o sea quede en el último lugar en ambos torneos, entonces sería directamente el descendido de la temporada 2013 / 2014. Si el último del Apertura y el último del Clausura fueran diferentes clubes, habría dos partidos extras entre ambos equipos para determinar al club que desciende a Segunda División.
En cada una de las dos liguillas (por el título y por el descenso) tanto en el Torneo Apertura como en el Clausura hay ocho partidos decisivos que se suman a los 90 juegos de las dos vueltas regulares con lo cual el número de encuentros por torneo sería de 106.
La ventaja es que durante la segunda vuelta de cada uno de los dos torneos todos los equipos luchan por quedar entre los primeros cinco y por eludir las posiciones inferiores porque ello significa caer en la Liguilla por el descenso. Con esto los 45 juegos de las segundas vueltas se vuelven dramáticos y absolutamente todos los 16 encuentros de las liguillas son decisivos, por lo que el público tendrá deseos de asistir a los estadios y se evitará con este sistema la gran cantidad de déficits (39%) que tienen los torneos actuales.
