En su día a día hay riesgos, los conoce, pero aún así todas las madrugadas sale con una sonrisa en su rostro. La tristeza, por mucho que esté presente, parece no formar parte de su vida.
Danilo “Pollo” Galindo tiene una historia que contar, lo hace con orgullo, no se parte a pesar de las adversidades. Llegó a Estados Unidos en el 2000, probó suerte en la construcción, pero encontró en la pintura su verdadera vocación.
“Esto es lo que soy, no voy a decir mi triste realidad, estoy luchando, me va muy bien y vine porque no tenía los recursos para salir adelante después del Mitch”, expresa con seriedad.
Su primera labor es subirse a su auto. Son las cinco de la mañana y su misión es trasladar al personal que labora con él hacia el destino pactado, al momento de esta entrevista era Everglade University en Boca Ratón, Florida.
“Comenzamos a las 8:00 am, y salimos a las 4:30 pm. Lo más difícil del trabajo es el clima, el sol es muy fuerte, pega duro, nos deshidratamos. Yo no tengo problemas, toda mi vida estuve bajo el sol, por eso escogí la pintura, me gusta”, exclama.
BUSCÓ CAMBIOS, PERO...
Una vez en sus 12 años que lleva en la tierra del Tío Sam, flaqueó, intentó y probó suerte en otra labor, pero como decimos en Honduras, “no le agarró el hilo”.
“La pintura es lo mío, lo hago bien, es en lo que mejor me pueden pagar. Esto es más tranquilo. Si trabajás por dentro es suave, pero si es por fuera, es fuerte. No descansamos ningún día, solo la lluvia nos para, con proyectos como esta universidad no nos da chance de tener libre”, afirmó.
“No me da pena, esta es mi realidad y no tengo por qué esconderla, aparentar lo contrario es engañarse, es mi presente, es lo que me pasó, es lo que quizás merezco y me siento bien así”, agrega.
“La gente se pregunta qué pasó con el ‘Pollo’, pero yo no gané mucho dinero, no jugué en Europa, hice billete para sobrevivir, invertí en transporte, también en ganado y me fue mal, el huracán Mitch me dejó bien jodido”.
Este hombre no se vence y se muestra firme y seguro, así como cuando lo hace al montarse a la grúa que maneja y que lo coloca a muchos pisos por encima del suelo.
El “Pollo” sigue siendo el mismo de siempre, juguetón a pesar de sus 49 años, trata de mantener su espíritu y mantener felices y alegres a sus compañeros.
GOLEÓ A LA MUERTE
Galindo reveló que a escasos 10 días antes de encontrarnos con él en Boca Ratón, un amigo suyo falleció por no guardar las medidas de seguridad para manejar la grúa, que él día con día manipula con facilidad.
“Justo Osorio, un hondureño de Olancho, murió al ser catapultado por la máquina. No iban enganchados y salieron volando, él no sangró ni nada, pero falleció, tal vez producto del golpe, ya que cayó desde muy alto”, revela mientras seca su rostro con un trapo sucio, como toda su vestimenta.
“Muchas veces salimos de casa, pero no sabemos si regresaremos, pero la tragedia de mi amigo Justo nos está sirviendo para tomar más medidas para evitar este tipo de accidentes. La vida aquí es dura, muy dura, pero yo persevero, estoy acostumbrado a luchar, siempre tuve trabajo fuerte, no me asusta trabajar bajo el sol, no me quejo, soy positivo y siempre digo que me va a ir bien”.
¿QUÉ PASÓ CON SU DINERO?
Muchos lo ven como alguien que ganó bastante dinero en su carrera, pero él afirma que sí obtuvo buenos salarios, pero la mala suerte hizo que sus negocios se vinieran a pique.
“Jugando en nuestro país, ganas títulos y todo, pero se devenga para vivir y estar bien, no para resolver toda tu vida, en mis tiempos podías comprarte tu casa, carro y nada más. Cuando recibí buen dinero fue en Perú, en el Herediano de Costa Rica, en Honduras ganaba solo para pasarla”.
Los años, a pesar de seguir manteniendo condiciones, hicieron que dejara su hueco en el Olimpia a elementos como Fabio Ulloa.
“Me retiré en 1996, ya no agarraba a nadie, surgieron los muchachos jóvenes y los viejitos teníamos que irnos. Yo lo entendí. El Mitch me dejó muy desquebrajado, me hizo meterme a compromisos que después no pude cumplir”.
Las presiones de las deudas fueron muy grandes, pero como hombre de palabra tomó el reto de honrarlas a como diera lugar.
“Hablo muy pocas veces de eso porque es un recuerdo desagradable, cuando me metal negocio del transporte, adquirí jaranas, poco a poco he ido saliendo, pero es algo que no me gustaría recalcar, porque le fallé a amigos, pero aquí estoy trabajando y pagando”.
Lo que más le duele no es sacrificar todo el tiempo el cuerpo para salir adelante, sino el no poder ver a sus retoños.
“Desde que me vine de EUA, no he visto a mis hijos en 12 años, los dejé pequeños y están grandes ahora. Les he ayudado y siempre estoy disponible para lo que necesiten. Allá no puedo ir con las uñas a quitarle la comida a ellos”.
PERFIL:
Nació en: La Ceiba, Atlántida
Fecha de nacimiento: 4 de marzo de 1963
Edad: 49 años
Sus hijos: Ana María, Ingrid Daniela y Danilo Armando.
Casado con: Ángela Jiménez de Galindo.
Padres: Asunción y Mercedes Galindo.
Llegó a Estados Unidos: En abril de 2000.
Apodo: El Pollo
Año de debut: 1984
Retiro: 1996
Sus equipos en Honduras: Platense, Vida, Olimpia y Palestino.
Clubes en el extranjero: León de Huanuco y Ciclista Lima de Perú y en el Herediano de Costa Rica.
