Fabricio “Amapala” Pérez fue un jugador que militó durante muchos años en el fútbol de Honduras. Estuvo en las filas de siete equipos de la Liga Nacional. Logró dos títulos con clubes diferentes y ahora se dedica a formar niños en la academia de Futeca, donde lleva tres años dirigiendo.
Luego de 11 años, tras su retiro como futbolista profesional, Fabricio Pérez asegura que en todos los equipos que estuvo se entregó al máximo.
“Uno de los motivos de mi retiro fue que mi mamá se puso enferma, misma que la llevó hasta la muerte. Esa situación me puso mal y al final decidí dejar el fútbol porque soy del pensamiento que es mejor que lo recuerden a uno por lo bueno que hizo, antes de retirarse sin gloria”, dijo Pérez.
El ex volante del Motagua, Real Maya, Marathón, Victoria, Federal, Broncos y Platense dejó el fútbol y en la actualidad se dedica a la formación de niños. “Tengo tres años de laborar en Futeca, trabajo con niños de las categorías U-10 y U-14. Trato de que ellos aprendan la mayor experiencia, son jóvenes que en un futuro llegarán a convertirse en los seleccionados de nuestro país”, comentó Pérez mientras su rostro mostraba mucha felicidad.
Actualmente es el encargado de los proyectos de formación que tiene la empresa para la que labora y es algo que disfruta mucho porque el deporte es su mayor pasión desde la infancia.
“Uno debe siempre dejar algo en su vida, yo cada día que vengo a entrenar a estos niños lo hago con mucha alegría y sé que el día de mañana ellos se sentirán conformes con todo lo que aprendieron aquí”, comentó el ex volante cerebral del Azul y otros clubes de Liga.
El “Amapala” también aprendió algunos oficios como la electricidad y fontanería, algo de lo que tuvo que trabajar en la época que vivió en Estados Unidos. “Estos oficios los manejo muy bien, de hecho, en este momento le estoy ayudando a mi hijo, quien está construyendo su casa”, contó Pérez.
Otra actividad que realiza Fabricio Pérez es entrenar los fines de semana, a un grupo de niños en su barrio, el Ramón Amaya Amador de Comayagüela, lugar donde él vive.
“Es lindo aportarle a la comunidad apoyando a los niños”, comentó.
SUS INICIOS EN EL FÚTBOL
El retirado volante recuerda con mucha claridad sus primeros pasos en el fútbol de la Liga Nacional con el Motagua.
“Lo que nunca se olvida es el debut, uno puede llegar a lograr muchas cosas en el fútbol, pero algo que jamás se olvida es su primer juego, recuerdo que fue ante el Olimpia en 1988 y en ese partido anoté el gol con el que empatamos, fue algo inolvidable”. Una de las cosas que siempre se le viene a la mente a Fabricio Pérez, es el motivo por el que le bautizan con el apodo de “Amapala”.
“Recuerdo que Ponce Morazán me preguntó cuál era mi apodo y le dijo que no tenía. Todos me llamaban por mi nombre y él respondió que no era posible y fue entonces que me llamó Fabricio “Amapala” Pérez. Desde ahí me quedé con ese apodo”, contó.
Para el ex jugador, el mejor gol que marcó su trayectoria fue uno que le anotó al equipo de sus amores.
“Recuerdo un gol que anoté a Motagua cuando estaba en el Federal, de volea desde fuera del área, recuerdo que estaba Hugo Caballero en el marco y es uno de los mejores que hice en mi carrera”, indicó el ahora entrenador.
SU TRAYECTORIA...
Fabricio estuvo en varios equipos de la Liga Nacional y en todos sobresalió por su gran capacidad en el medio campo.
“De cada equipo donde jugué, tengo bonitos recuerdos. Con Federal tuve la oportunidad de pelear el campeonato y a la vez descendimos, fue un cuadro con el que llegamos hasta la final y la perdimos, pero descendimos esa misma temporada”, relató.
Y añadió: “En Real Maya llegué a un equipo que estaba despedazado y hablé con el coronel óscar Fuentes y al final peleamos las semifinales contra el Real España. Le ganamos el primer juego en nuestra casa, pero en el partido de vuelta quedamos eliminados por un gol”.
“En Marathón y Victoria disputamos las semifinales, la gente recuerda la novela del caso de Wilmer Velásquez porque nos quitaron ese campeonato, porque se dio que él había jugado aquí en Honduras, México y Brasil. Nosotros merecíamos llegar a la final y no sucedió así”, continuó Pérez.
SUS TÍTULOS...
Fabricio tuvo la oportunidad de levantar la Copa de la Liga Nacional con los azules, donde estuvo el mayor tiempo de su carrera profesional.
“Lo que viví con Motagua es inolvidable porque el título que logramos en 1991 se dio después de 13 años de no levantar un campeonato. Nosotros con un grupo de jóvenes y pocos de experiencia, levantamos esa copa que tanto anhelaba la afición”, confesó