Gastón Díaz, reconocido jugador argentino, se ha vuelto a coronar como campeón, pero esta vez en el fútbol de Honduras y de la mano de un paisano suyo que también es un ícono dentro del entorno del balompié sudamericano.
Para Gastón, monarca en su país con el Racing Club y Vélez Sarsfield, ha sido un semestre complicado ya que desde su llegada a Honduras no ha tenido el ritmo de juego deseado, sin embargo, con la copa bajo el brazo todas las tristezas se borran.
El lateral derecho llegó a Honduras junto a sus dos pequeños y a su guapa esposa, Daiana Anabellar, y con ellos disfrutó a más no poder el tetracampeonato del Olimpia.
“Tengo mucha felicidad, venía de un año prácticamente sin jugar y por la pandemia quedé libre de mi club, no habían contrataciones por muchas cuestiones y hoy estoy aquí disfrutando. Salí de vuelta campeón con otra institución, solo me queda disfrutarlo con la familia y mis niños, que no me pudieron ver nunca campeón, es lo más lindo que hay”, decía mientras cargaba a su hija en el hombro y al pequeño lo sostenía en su brazo.
Y es que Daiana ha sido un bastión importante de Gastón Díaz, pues ella es una de las personas que más lo apoyó. “Es lo más maravilloso de la vida, disfrutarlo con la vida, con mi mujer que me bancó en momentos difíciles en donde estuve entrenando solo un año. Hoy que se da este logro es muy importante para mi carrera”, explicaba.
Al argentino se le consultó sobre su poca participación en el campeonato con el equipo tetracampeón y en su exposición fue bastante sensato. “En el camino hay muchas cosas, las veces que me tocaron jugar cuando los compañeros se fueron a la selección lo hicimos bien los que habíamos quedado”, arrancó exponiendo.
Luego ahonda. “Ganamos los partidos que jugamos cuando ellos se fueron, ya cuando vinieron sabía que son jugadores de jerarquía que Pedro tiene un amor especial por ellos también porque fueron los que lo sacaron tricampeón, ahora tetra, y uno entiende ese punto. Sabía que fisícamente venía de estar con Covid, y no me puse bien, hoy me me siento mejor pero era una final importante y tenían que jugar los que tenían que jugar. Yo estoy muy agradecido con Pedro por haberme traído y darme la oportunidad. El año que viene vamos a comenzar de cero de nuevo”.
Gastón Díaz recordó el día que quedaron fuera de la Liga Concacaf en Surinam. “Gracias a los compañeros y a mi familia pudimos ganar el campeonato, eso de la Concacaf lo dejamos atrás cuando ya sabíamos que no había un retorno y apuntamos al campeonato que es lo que quería la gente y aquí lo tienen”.
“Uno da el máximo y trata de brindarse siempre. A veces toca jugar, a veces no, somos un plantel de 35 jugadores donde quedamos fuera de la Concacaf y la pasamos muy mal. Hoy disfrutándolo, hoy se disfruta al máximo, no importa si jugué cinco minutos, 10 o cuatro partidos o todo el campeonato, lo disfruto con todo porque un año sin jugar y entrenando solo, no es fácil”.
Su rostro era solo de felicidad, y una vez bajando de sus hombres a su pequeña niña, Gastón Díaz recordó sus títulos más especiales. “El de Racing fue muy especial, y éste también porque estoy afuera, lejos de toda mi familia, mis padres, mis hermanos, la familia de mi mujer y se celebra de la mejor manera posible. Lástima que se empañe con tanto accidentes pero disfrutamos todo esto en Honduras”.
Finalmente el futbolista argentino dejó claro que su deseo es continuar vestido con los colores del más grande de Honduras. “Sí, seguramente que sí, mis ganas están, después se verá qué quiere hacer la dirigencia o Pedro, pero yo estoy muy contento y con muchas ganas para empezar de nuevo el próximo torneo con el Olimpia”.
