Todas las mañanas, en un campo rodeado de árboles al que le falta grama y otros cuidados, Janier Martínez grita de vez en cuando: “¡No me regale nada a mí, hágalo por usted!”. Por la noche, frente a la gasolinera Texaco, ubicada en la salida vieja a La Lima, se esmera frente a un anafre, que es el sostén de su familia... Y del fútbol.
Janier es uno de los quijotes desconocidos del deporte. Bien reza aquel adagio popular: “Da el que quiere, no quien puede”. Desde hace siete años entrena, motiva y sostiene al Atlético Lacayo (con ayuda de otros quijotes), que se sustenta de una de las zonas más desposeídas de San Pedro Sula.
Más de 200 niños entrenan bajo el entusiasmo de Martínez. Algunos de ellos serán futbolistas, pero el fin principal es otro. “Lo importante es seguir adelante para que el niño no tome malos vicios, que no se metan a las drogas y al alcohol, que vayan por el camino correcto”, manifestó.
Desde las 9:00 am se le puede encontrar en el campo. Hace falta agua, zapatos de fútbol, pero nunca la motivación del entrenador. A sus muchachos les dice: “Niños, hay que crecer, si ustedes quieren algo, sacar adelante a sus padres, tienen que sacrificarse, todo tiene que costar”.
Foto: Diez
Janier Martínez hace las labores en su negocio pero también es técnico.
Este trabajo ya ha dado frutos, Janier ha visto el crecimiento de algunos famosos jugadores, “entrenó con nosotros el compañero Luis López, también Deybi hizo colectivos”, dice.
LOS ASADOS Quizás el Atlético Lacayo no sería posible si cada noche Janier no estuviera frente a un anafre. Ahí prepara chuletas, carnes y chorizos, con un valor de entre 125 y 140 lempiras.
Janier invierte en lo que puede para el equipo, pero también es apoyado por su hermano Carlos, “si yo no tengo, toco las puertas y él me dice aquí está el dinero del árbitro para otro gasto”.
Y ha tenido la pregunta del millón, ¿ha dejado de invertir en su negocio por el equipo?, “Muchísimas cosas. Dejé de comprar las cuatro libras de chuleta o pollo, pero eso tiene que ser escondidito de la doña, porque si no me echa”. Martínez espera que los ánimos y la economía le permitan seguir siendo uno de los tantos héroes anónimos del deporte.
DATOS
Habitualmente trabaja con los niños de 9:00 am a 11:00 am. Cuando hay vacaciones en la escuela lo hace a doble horario.
Janier tiene 40 años y ya pasó un talento a Real España: Se llama Javi Marín y acaba de salir de Atlético Lacayo.